Huesca

TURISMO

La visita guiada por Huesca muta en “un paseo por los recuerdos”

El itinerario de la Oficina de Turismo se completa hasta el viernes con una teatralización navideña en el Ayuntamiento

El “abuelo Ramón” cuenta la historia de la tronca de Navidad a los participantes en la visita guiada.
El “abuelo Ramón” cuenta la historia de la tronca de Navidad a los participantes en la visita guiada.
Laura Ayerbe

El “abuelo Ramón” ha conducido a los participantes en la visita guiada de la Oficina de Turismo de Huesca por un particular cuento de Navidad oscense que, siguiendo el esquema de la fábula de Dickens, se ha convertido en “un paseo por la nostalgia, los recuerdos y las tradiciones”.

Las visitas guiadas incluyen desde este martes y hasta el viernes esta teatralización llamada “El abuelo en la cadiera”. Durante estos días, el itinerario clásico (San Pedro, Catedral, Ayuntamiento y Museo) concluye en la Casa Consistorial. Interpretado por Toño L’Hotellerie y citado por “una extraña carta”, el “abuelo Ramón” aguarda allí a los visitantes y desgrana varias historias de la ciudad vinculadas con la Navidad.

La primera, nada más entrar, en el vestíbulo central. Tras confundir a los gigantes y cabezudos con figuras de un belén, el “abuelo Ramón” se remonta a los orígenes de los nacimientos, cuando hace 800 años los empezó a hacer Francisco de Asís en Italia.

Tras compartir esta anécdota, este particular guía descubre una puerta que da a “la cocina de su infancia con todo lo que recordaba”. Es la secular cadiera el Ayuntamiento y allí el “abuelo Ramón” narra las historias de la tronca de Navidad y del hombre de las 365 narices.

Los altoaragoneses que han hecho la visita ya conocían de sobra la historia de la tronca, no así los visitantes de fuera, que han contemplado, y ayudado, a envolver a este personaje navideño en una manta a darle de comer y, después, a disfrutar todos juntos de dulces, empanadicos y otros productos típicos.

Luego ha llegado el turno del hombre de 365 narices y que cada día del año pierde una. El “abuelo Ramón” ha recordado cómo a los niños de antaño les hacían ir a buscarlo el 31 de diciembre, un día en el que ya había perdido todas sus pituitarias salvo una, por lo que podía ser cualquier persona.

La teatralización ha finalizado rememorando las infancias que Miguel Servet y Ramón y Cajal vivieron en la ciudad.

Con más de 40 participantes en las visitas de este martes -que se han desdoblado en dos pases-, la propuesta de la Oficina de Turismo ha atraído tanto a oscenses como a visitantes de otras provincias; unos por conocer más de su ciudad natal, otros por empaparse de la cultura e historia de la ciudad que están visitando.

La familia de Maricruz y su hijo Ángel visitan a sus familiares oscenses y se han apuntado para “conocer un poco más la historia” de la ciudad. “Hemos estado muchas veces pero no conocemos bien su historia”, ha indicado la madre.

Merche y Santiago, oscenses ellos, suelen apuntarse a estas actividades para conocer mejor la ciudad y también porque se casaron en San Pedro y “es muy bonito recordarlo”.