Huesca

bajas temperaturas

El Ayuntamiento refuerza las medidas contra el frío para las personas sin hogar

El Centro de Día Fogaril de Cáritas Diocesana acoge en torno a 20 usuarios al día. La Policía Local anima a los transeúntes a ir al albergue 

Dos hombres en el exterior del Albergue Municipal de Huesca.
Dos hombres en el exterior del Albergue Municipal de Huesca.
Laura Ayerbe

Las 26 plazas del Albergue Municipal de Huesca se ocupan cada noche de enero por personas sin hogar que escapan de las bajas temperaturas. Cajeros, portales o escaleras no son una buena opción cuando el termómetro alcanza valores negativos, tal y como ha sucedido estos días atrás. Para aquellos que no tienen nada en los bolsillos, en plena ola de frío, el Ayuntamiento de Huesca habilita un dispositivo especial que se extiende hasta el 29 de febrero.

Tal y como indican desde el Consistorio oscense, ninguna persona vulnerable se queda en la calle una vez que se activa el Pemuvi (Plan de Emergencia de Vialidad Invernal). A todos los ‘sin techo’ que la Policía Local ve durmiendo en diferentes rincones de la ciudad se les invita a ir al albergue, donde se aplica actualmente mayor flexibilidad respecto a los días de pernocta y se pueden ampliar aún más las camas disponibles. Y a las mujeres se les ayuda y se les aloja en una pensión de la ciudad, indican dichas fuentes. Asimismo, los Servicios Sociales del Ayuntamiento hacen un seguimiento más específico de los usuarios del albergue y también de las personas mayores que viven solas y que a causa de la climatología no pueden salir de sus hogares para realizar la compra o acudir a visitas médicas.

Muchas de las personas sin hogar que recalan en la ciudad pasan también por el Centro de Día Fogaril de Cáritas Diocesana de Huesca, que en 2023 realizó más de 470 atenciones.

Fernando Salgado, técnico de esta entidad solidaria que trabaja en el programa de personas sin hogar, explica que este centro es “un lugar de encuentro” donde los usuarios pueden paliar su soledad. También se cubren sus necesidades, sobre todo de tipo económico para viajes y otras referentes a apoyos de farmacia. Por el Centro Fogaril pasan normalmente unas 15 personas sin hogar cada día, si bien en los días de más frío la cifra ronda la veintena. “Entran y salen, pero se nota más asistencia por las bajas temperaturas”, apunta.

Estas instalaciones abren cada día de 9:30 a 12:00 y de 14:30 a 18 horas, y a ellas acuden usuarios muy diversos, con una media de edad de entre 45 y 50 años, aunque también los hay de 65 o más. “El perfil es muy heterogéneo. Lo que todos tienen en común es la soledad”, dice el técnico, que diferencia dos tipos de usuarios: los que están de paso, que acuden al albergue municipal, y otros que se quedan en la ciudad de Huesca “en unas condiciones muy duras, de forma permanente en la calle”.

Sobre los que van de paso comenta que muchos son temporeros o buscan un trabajo, “aquí y allá”. También hay personas “que recurren a la mendicidad, otras con problemas de alcohol y mucho problema de salud mental”. Pero, insiste, cada caso es diferente y cada vez acuden menos mujeres a este servicio.

Fernando Salgado que trata día a día a personas sin hogar lamenta que resulten “invisibles” para la sociedad. “Hay que mirar al que está enfrente. Son personas como tú y como yo, que sienten y padecen. A veces pensamos que ellos se acostumbran a su situación, pero garantizo que no es así. Pasan miedo, frío, hambre y las circunstancias en las que viven no son las mejores”, plantea.

A esto suma que “a veces se sienten invisibles, como si vivieran en un mundo paralelo. Pero están aquí y pediría a la sociedad que tuviera un poco de humanidad”, concluye