Huesca

ley de PROTECCIÓN animal

La crisis y las dudas por la norma llevan las adopciones a un mínimo

Los abandonos también bajan a la menor cifra de los últimos años por los chips y la concienciación

Fotografía de las instalaciones actuales.
Fotografía de las instalaciones actuales.
DPHP

Las dudas que está levantando la nueva Ley de Protección Animal entre las personas que meditan si adoptar un perro o no están llevando a un menor número de adopciones de canes en la provincia. Y a esta causa se añade otra también fundamental: la crisis y el aumento disparatado de precios que hemos sufrido desde hace dos años, no acompañado por un incremento igual de los salarios.

El 2023 ha sido, de los seis últimos años, el que ha finalizado con una cifra más baja de adopciones. Fueron 137 animales los que encontraron un nuevo dueño a lo largo del año pasado, frente a los 187 de 2022 y 177 de 2021. Hasta el primer año de pandemia (2020) y en los años previos, la cifra superaba los tres centenares de adopciones anuales.

Francisco Fernández, técnico de Medio Ambiente de la Diputación Provincial -entidad responsable del Centro de Recogida de Animales o perrera- señala que entre muchas personas que quieren adoptar un perro hay “miedo” a la nueva ley por las dudas que plantea, como los cursos de formación, la prohibición de dejar atados a los perros a la puerta de una tienda, las esterilizaciones... “Tienen muchísimas dudas”, sentencia.

La crisis

La otra gran causa en este retroceso de adopciones tiene que ver “indudablemente” con “la situación socioeconómica en general: la crisis, el dinero que no está muy allá... Con todo esto se retrae” el adoptar.

En la parte positiva, el año pasado también llegó a su nivel más bajo el número de perros recogidos, muchos de ellos procedentes de abandonos (otros por pérdidas o escapadas del can).

En lo referente a abandonos, el técnico de Medio Ambiente apunta las causas que explican esta bajada: los chips y una “cada vez mayor” concienciación.

Evidencia que con cada vez más perros con chips, se hace más difícil abandonarlos sin que haya consecuencias, ya que el abandono conlleva multas y sanciones.

Y en cuanto a la concienciación, señala que es mayor y, “aunque quizá no sea una concienciación bien concienciada, de entender bien lo que supone tener un animal, al menos” sí ha conseguido que la ciudadanía sea consciente “de que no puede dejar” un perro en la calle.