La Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de Huesca ocupará en 2025, “como máximo”, el área peatonal de la ciudad, tal y como informa el equipo de gobierno del Partido Popular del Ayuntamiento.

Esta fue en esencia, junto a la eliminación del Festival Periferias o la reducción de la partida de Ayuda al Desarrollo, por ejemplo, una de las muchas condiciones que puso el grupo municipal de Vox a la hora de apoyar con su voto la aprobación de los presupuestos municipales de 2024 planteados por el equipo al frente del Consistorio, del PP.

Desde el partido de extrema derecha puntualizan que su planteamiento a la hora de pactar los presupuestos fue que la ZBE se limitara a la parte de acceso más restringido a los vehículos, la zona estancial, que tiene la capital oscense.

De esta forma Vox Huesca quiere reducir al máximo las molestias e inconvenientes que puedan sufrir los ciudadanos a la hora de instaurar la ZBE, que todavía debe concretarse para ponerla en marcha con una partida de Fondos Europeos y de la mano del proyecto “MueveT en verde: Transformación digital, sostenible y segura de la movilidad en la ciudad de Huesca”.

Por ahora, el Consistorio oscense acaba de adjudicar, el pasado 26 de enero y por 260.150 euros, la redacción de estudios previos y gestión para la implantación de la ZBE en la ciudad de Huesca, dentro del programa de ayudas a municipios para la implantación de zonas de bajas emisiones y la transformación digital y sostenible del transporte urbano y de la movilidad. Todo ello en el Marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, financiado por la Unión Europea-Next Generation EU.

Tal y como informan desde el Ayuntamiento de Huesca, dichos estudios incluyen la revisión del Plan de Movilidad Urbana Sostenible de Huesca, un estudio de contaminación (con su medición en distintos puntos de la ciudad), de ruido y un proyecto de actuaciones en los entornos escolares para pacificar el tráfico. Así, en base a los resultados de dichos estudios, se definirá la ZBE.

El Consistorio plantea a su vez que “aunque es pronto para adelantar su extensión, la idea sería que, como máximo, ocupara lo que es hoy la zona peatonal”.

Por su parte, el portavoz del grupo municipal de Vox Huesca, José Luis Rubió, confiesa que su formación está “expectante” en cuanto a la extensión que tendrá la ZBE.

Recalca que Vox Huesca quiere que esta área “se ciña a la zona de acceso más restringido de vehículos que tiene actualmente Huesca, lo que es el Coso, Porches de Galicia y poco más”. Así, plantea que su partido se ha propuesto que la ciudad sufra “la mínima afección posible, pero veremos a ver qué es lo que dice la empresa que va a redactar los estudios previos”.

En este sentido advierte de que “si dice que tendría que llegar hasta, por ejemplo, el parque Miguel Servet o la calle Vicente Campo, etcétera, veremos a ver qué es lo que se implanta y lo que no”.

En otras localidades como Alicante, Vox también ha puesto condiciones o ha votado en contra de las zonas de bajas emisiones para frenar lo que consideran un “fundamentalismo climático”.

“Entendemos que Huesca no tiene ningún problema de emisiones, ni mucho menos. Restringir la circulación a los ciudadanos y causar problemas no tiene ningún sentido”, expone desde Huesca José Luis Rubió.

Cabe recordar que la Ley del Cambio Climático y Transición Energética obliga a implantar una zona de bajas emisiones en las localidades con más de 50.000 habitantes con el objetivo de reducir la contaminación. Aunque la fecha límite fue inicialmente el año 2023 su instauración se ha retrasado en algunas ciudades.

De momento, la empresa Desarrollo Organización y Movilidad S. A., a la que se le ha adjudicado la redacción de los estudios previos para trazar esta ZBE, debe entregar sus informes antes del 30 de junio del año 2025. Habrá que esperar a ver qué pasa.