Huesca

TRADICIONES

La misa de santa Águeda se traslada a la iglesia del Perpetuo Socorro

Otro año más las oscenses no podrán acudir a 'Las Mártires" debido a que la ermita está cerrada desde 2021 

Ermita de las Mártires en Huesca.
Ermita de las Mártires en Huesca.
D.A./PABLO SEGURA

Cientos de féminas oscenses volverán a cumplir con la tradición de honrar a santa Águeda, la patrona de las mujeres, este 5 de febrero y como ya viene sucediendo en los últimos años no podrán hacerlo en la ermita de “Las Mártires” que continúa cerrada por el mal estado del edificio.

La misa, que se ha trasladado a la iglesia de Nuestra Señora del Perpetuo, tendrá lugar a las 12 horas y se trata de una actividad que está organizada por la Asociación de Amas de Casa, Consumidores y usuarios Altoaragón. Y como es habitual, al finalizar la eucaristía habrá reparto de “reliquias” bendecidas entre los asistentes.

Al respecto, cabe recordar que la ermita lleva desde 2021 buscando financiación para realizar las obras de reparación.

Este santuario está dedicado a las santas oscenses Nunilo y Alodia y depende de la parroquia del Perpetuo Socorro, lleva tres años cerrado primero debido a la pandemia y posteriormente al no haber superado la ITE (Inspección Técnica de Edificios). Su clausura se acordó por motivos de seguridad para evitar que nadie resultara herido y el edificio sufre de múltiples grietas que se ven a simple vista y cuenta además con alguna viga partida en su parte exterior.

Desde la Asociación hacen “un llamamiento a todas las instituciones, Ayuntamiento, Gobierno de Aragón, Diócesis de Huesca y a todos los ciudadanos, para conseguir la rehabilitación del templo, lugar de valor artístico e histórico y de gran tradición en nuestra ciudad, que no se puede perder”.

Tradición e historia

La ermita de las Mártires es un lugar con gran tradición en Huesca al que se ha acudido desde tiempos inmemoriales y es un monumento que tiene riqueza histórica y artística.

En el cerro en el que se ubica el templo fueron martirizadas las santas Nunilo y Alodia, de padre musulmán y madre cristiana, naturales de Adahuesca, donde están sus reliquias. Según la tradición católica murieron decapitadas el jueves 21 de octubre del año 851 por un delito de apostasía tras negarse a renegar de su fe cristiana. Después, sus cuerpos fueron echados en un pozo que está en la calle San Salvador, donde hay una hornacina en su recuerdo. Y justo al lado está la calle las Mártires.