SUCESO
Ordenan el desalojo de dos viviendas en las calles de Las Cortes y Doña Petronila por riesgo en un muro de carga
El edificio que se ha visto afectado por el agua procedente, al parecer, de alguna avería en la red de suministro interior del inmueble
Dos familias viven desde este lunes fuera de sus casas después de que el Ayuntamiento ordenara el desalojo de las mismas por el riesgo que presenta un muro de carga. El edificio está en la calle de Las Cortes 18 y en él hay dos pisos propiedad del Ayuntamiento. Los restantes vecinos habían informado desde hace años al Ayuntamiento de que estas dos viviendas, desocupadas y desatendidas desde hace unas dos décadas, son el origen de la filtración de agua que ha obligado al desalojo.
Según explicó el Consistorio, “el deterioro de este muro de carga, fabricado fundamentalmente como tapial y con facilidad para verse afectado por la humedad, aconseja el desalojo hasta que pueda ser reforzado y se garantice la seguridad de ambos pisos” desalojados, ninguno de los cuales es de propiedad municipal, sino privada, y ambos habitados por familias.
El desalojo se ordenó tras una inspección del área municipal de Urbanismo y del arquitecto del edificio, motivada a su vez por una advertencia el sábado de los vecinos. Fue un residente en el edificio el que avisó de “un ruido de caída de agua en el interior del mismo, que se venía escuchando desde un tiempo indeterminado”, apuntó el Ayuntamiento.
Víctor Manuel Delgado, hijo de un matrimonio desalojado, explicó que los vecinos llevaban quejándose de problemas con el agua “desde hace unos veinte años”. “Mi madre ha ido mil veces al Ayuntamiento para que se preocuparan por las viviendas (municipales) y para que las mantuvieran (en buen estado), pero no se han preocupado”, criticó.
Agregó que, según el arquitecto del edificio, “la mayor parte del daño es por la dejadez del Ayuntamiento” durante todos estos años.
El pasotismo municipal respecto a estos pasos tiene otro ejemplo en las advertencias vecinales para que no hubiera okupas. “Hubo una ocupación corta en otro piso, no del Ayuntamiento, pero se les avisó porque uno de sus pisos solo tenía un candado y había preocupación de que lo ocuparan”, relató el hijo del matrimonio desalojado. Sin embargo, nada se hizo, apostilló.
“Lo que más fastidia es que somos los dos vecinos que más encima han estado del problema” los que son desalojados y que la respuesta del Ayuntamiento se limite a ofrecer dos noches de hostal mientras todavía no tienen fecha para volver a su casa, explicó Delgado, quien también negó la afirmación del Ayuntamiento de que el matrimonio -es decir, sus padres -estuvieran- “casualmente de paso en la ciudad”. “Llevan viviendo allí cuarenta años”, aseguró antes de calificar la situación de “vergonzosa”.
Por su parte, el actual Ayuntamiento criticó “la inacción del equipo de gobierno anterior en este tema” y aseveró que la institución “asumirá las responsabilidades a las que deba hacer frente como titular de dos viviendas y miembro de la comunidad de propietarios”.
Asimismo, el Consistorio informó de que la inspección que ordenó el desalojo también detectó descarnamientos en un muro de tapial y evidente humedad en el mismo en una zona del edificio con fachada a la plaza de la Catedral.
“En otra zona del edificio contigua a este muro, se advierte de la caída libre en la zona que corresponde a los problemas en el muro aludido. También se observan efectos en forjados de dos pisos”. Y aunque “todavía no se ha podido determinar el origen del agua”, las quejas por los dos pisos municipales se vienen sucediendo desde hace años. La alcaldesa, tras el informe de Urbanismo, ratificó el desalojo y ordenó medidas urgentes de consolidación y de reconstrucción.
