Huesca

VUELOS

El aeropuerto Huesca-Pirineos encadena dos meses sin pasajeros

El aeropuerto ya fue en 2023 el que menos viajeros registró (276), menos de uno al día

El aeropuerto de Huesca requirió de una inversión de 60 millones de euros: 45 para las instalaciones y otros 15 para la carretera.
El aeropuerto de Huesca requirió de una inversión de 60 millones de euros: 45 para las instalaciones y otros 15 para la carretera.
Pablo Seguro

El aeropuerto Huesca-Pirineos no remonta el vuelo y encadena los dos primeros meses del año sin un solo pasajero. A la espera de la llegada del nuevo director, prevista para principios del próximo mes de abril, y con la denuncia del Gobierno de Aragón sobre la mesa de que las aerolíneas descartan vuelos para traer turistas al Pirineo por los atascos en la A-23, el de Monflorite sigue a la cola de las instalaciones gestionadas por Aena.

Si cerró 2023 habiendo recibido solo a 276 viajeros (una media de 0,7 al día), el presente año no da demasiados motivos para el optimismo. Además, la distancia con Madrid-Cuatro Vientos, la segunda peor cifra, ya se agrandó en el pasado curso por la caída que sufrió la instalación oscense de un 14,8 %.

El objetivo de este aeropuerto inaugurado en 2007 era el de servir de puerta para los esquiadores que quisieran ir al Pirineo, pero han pasado dos de los mejores meses para esta práctica deportiva sin ningún vuelo. Pero es que en la actualidad ninguna aerolínea opera en Huesca-Pirineos. Y según denuncia el Gobierno de Aragón, en una carta enviada a Fomento para urgir las obras de la autovía en el tramo Lanave-Sabiñánigo, la imposibilidad de garantizar el horario de vuelta de los turistas desde el Pirineo por las retenciones que se producen en estos kilómetros sin desdoblar “han dado al traste con varias operaciones que estaban a punto de cerrarse con alguna aerolínea, interesada en traer al Pirineo turistas procedentes de las islas Canarias”.

Vuelos privados

Quienes lo utilizan deben hacerlo por medio de un vuelo privado, lo que hace que entre los escasos visitantes haya algunos muy ilustres como el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien posó su avión para ofrecer un mitin en Huesca el pasado julio, o Morante de la Puebla, que aterrizó para torear en la capital oscense en agosto. También la plantilla del Almería animó ligeramente las cifras anuales cuando viajó para medirse al Barbastro en Copa del Rey.

A lo largo de 2023 también se realizaron otras operaciones de aviación general, escuela de pilotos y aeroclubs, además de las operaciones del helicóptero del servicio de rescate de montaña de la Guardia Civil. Pero en este 2024, de momento, muy poco. A la aeronave de rescate se suman, tan solo, los aviones de unas maniobras militares que este mes de marzo han utilizado en alguna ocasión la instalación.

Se buscan soluciones

En la actualidad, Huesca-Pirineos busca nuevos proyectos que puedan animar su actividad. A principios del mes de febrero se reunió el Comité de Coordinación Aeroportuaria de Aragón, presidida por la Dirección General de Aviación Civil, donde se presentó un análisis de la situación actual de los aeropuertos de la comunidad aragonesa y de las medidas de impulso de la actividad aeroportuaria.

También se abordó que la infraestructura oscense estudia el desarrollo de nuevos proyectos y está en contacto con empresas del sector para otro tipo de actividades. No obstante, las medidas que se quieren tomar todavía no se han precisado con concreción.

Con la misma difícil tarea, Aena nombró a Borja García García nuevo director del Huesca-Pirineos a finales de enero. Este ingeniero aeronáutico por la Universidad de Sevilla y graduado en Ciencias Ambientales por la Universidad Nacional de Educación a Distancia asumirá el puesto a partir del 1 de abril tras haber sido el responsable de Seguridad Operacional, Calidad y Medio Ambiente en el Aeropuerto Seve Ballesteros-Santander.

En el momento de su apertura, el objetivo -ahora utopía- era alcanzar los 160.000 pasajeros anuales. Pero en sus 16 años de andadura no ha cumplido ni el 20 % de su objetivo inicial, con poco más de 28.000 viajeros.

Son cifras que duelen especialmente al recordar que la inversión ascendió hasta los 60 millones de euros: 45 destinados a la infraestructura y otros 15 para acondicionar la carretera.