Huesca

SEMANA SANTA 2024

Satué “aviva el fuego” de Jesús de Nazaret en el pregón de Semana Santa

El oscense, obispo de Teruel y Albarracín, impartió ayer este discurso en la iglesia de Santo Domingo y San Martín

Pregon Semana Santa Jose Antonio Satue 22 03 2024 Foto LAURA AYERBE [[[DDA FOTOGRAFOS]]]
Pregon Semana Santa Jose Antonio Satue 22 03 2024 Foto LAURA AYERBE [[[DDA FOTOGRAFOS]]]
Laura Ayerbe

El oscense José Antonio Satué, obispo de Teruel y Albarracín, ofreció ayer tarde, en una abarrotada iglesia de Santo Domingo y San Martín, el tradicional pregón que abrió la Semana Santa de Huesca. Lo hizo con el objetivo de “recordar y avivar el fuego que da sentido a nuestras celebraciones y procesiones de Semana Santa, y a todas las actividades de las parroquias” y apuntó que “ese fuego se llama Jesús de Nazaret”.

Afirmó en esta línea que “sin él, nuestras celebraciones se convierten en ritos vacíos, las procesiones sólo son desfiles pomposos; la catequesis, propaganda sin alma, y nuestras Cáritas, ONGs sin corazón”.

El templo se llenó hasta la bandera.
El templo se llenó hasta la bandera.
Laura Ayerbe

Tras una introducción del párroco Fernando Altemir, José Antonio Satué saludó con cariño a Vicente Jiménez, hermano mayor en el episcopado y Administrador apostólico de la diócesis de Huesca, “a la que debo y amo tanto”, dijo, y también a las cofradías presentes: nuestro Señor atado a la Columna, el Prendimiento, el Cristo del perdón, san José y santa Ana, el santo Cristo de los Gitanos, el Santo Cáliz, la Preciosísima Sangre, Santiago, nuestro Padre Jesús Nazareno, la Dolorosa, el Cristo de la Esperanza, el Santo Cristo de los Milagros y San Lorenzo Mártir, el Descendimiento y las lágrimas de nuestra Señora.

Al pregón también asistió la alcaldesa de Huesca, Lorena Orduna, acompañada por otros miembros de la Corporación municipal y autoridades militares y policiales. No faltaron otros representantes de la sociedad oscense y muchos fieles que quisieron saludar a José Antonio Satué, con una gran trayectoria eclesiástica y nombrado recientemente por el Papa Francisco miembro del Dicasterio para los Obispos.

Con su mensaje, el obispo de Teruel y Albarracín quiso que cofrades, sacerdotes, religiosos y cristianos laicos de Huesca se preguntaran lo siguiente: “¿Se percibe el fuego de Jesucristo en nuestras celebraciones, procesiones, catequesis y acción social; en nuestras familias, parroquias, comunidades y cofradías?, ¿cuánto hay de rutina fría y cuánto de fuego ardiente?”.

Asimismo, en su intervención contó con canciones interpretadas por la profesora Patricia Bádenas, que animaron este pregón en el que José Antonio Satué hizo un recorrido por la figura de Jesús de Nazaret. “No solo fue un maestro famoso o un influencer de la época. Es Dios con nosotros. Dios, que ha salido a nuestro paso por el camino de la vida y ha enjugado nuestras lágrimas, que ha acogido a pecadores y prostitutas, ha visitado a los enfermos, ha tocado y curado a los leprosos, ha comido con los recaudadores, proscritos por todos, y nos ha asegurado que Dios nos ama con locura en esta tierra y por toda la eternidad”, afirmó.

Y recordó que Jesús de Nazaret “se atrevió a poner el dedo en la llaga y a criticar las tropelías de los más poderosos”. “¿Cómo iba a acabar bien un líder que animaba, curaba y daba de comer a multitudes, pero a la vez las cuestionaba?”, planteó.

José Antonio Satué, en las vísperas del Domingo de Ramos, que se conmemora mañana, fue relatando durante el pregón la Pasión de Jesús, día a día, hasta llegar al Domingo de Resurrección. Fue María Magdalena quien lo encontró. “Mujer, ¿por qué lloras?, ¿a quién buscas?”, le dijo él. “Jesús confía primero en una mujer para anunciar su resurrección. Tomemos buena nota. María Magdalena cumple enseguida el encargo del Señor”, planteó José Antonio Satué.

Y así, como conclusión, afirmó: “El fuego de Jesucristo nos ayudará a superar el individualismo, que llenamos con tantos entretenimientos, que terminan aburriéndonos; para promover una vida más abierta y una comunicación más honda con quienes viven en nuestra propia casa, en nuestra comunidad cristiana, en nuestro mismo pueblo o barrio”.

También sirve, añadió, para combatir la indiferencia, los sectarismos, la mentira, el egoísmo y los sinsentidos.

El acto contó además con la actuación de la Coral Oscense, dirigida por Elisa Beltrán.