Huesca

ABASTECIMIENTO

Consumir agua de Valdabra cuesta 2,6 veces más caro que de Vadiello

Solo la factura de la luz para bombearla desde el Cinca subió a 266.900 euros en 2023 y el Ayuntamiento insiste en un consumo responsable

Foto tomada este jueves de Valdabra.
Foto tomada este jueves de Valdabra.
Verónica Lacasa

“En nuestra mano no está que llueva, pero sí un consumo responsable”. Así de contundente se muestra José Miguel Veintemilla, el concejal delegado del área de Medio Ambiente y Servicios Generales en el Ayuntamiento de Huesca, que no duda en hacer un llamamiento a la ciudadanía oscense para que estos buenos hábitos se queden con nosotros en el día a día, no solo en épocas de sequía. 

La traída de agua desde Valdabra, obra de emergencia que se realizó en el 2005, otro año de estío, ha aliviado la escasez en la ciudad los dos últimos veranos, pero el coste no es cero. El agua del canal del Cinca, de la balsa de regulación de Valdabra, cuesta a las arcas municipales 2,6 veces más que la que llega al grifo desde Vadiello. Tres motobombas tienen que elevar el agua hasta las balsas y de ahí a la ciudad, a Huesca, para que llegue al grifo la del canal del Cinca. Frente al impulso eléctrico, la gravedad que trae la de Vadiello.

Este hecho, explica Veintemilla, eleva notablemente la factura. Y si en 2022 empezaron los problemas a mediados de agosto, en el 2023 se ha tenido que tirar de este apoyo casi todo el año aumentando la factura, solo de luz para este menester, hasta los 266.900 euros frente a los 61.678 que se gastaron en 2022.

Pero a este coste hay que sumar el canon del agua. En el año 2022, Vadiello, de donde se cogieron tres cuartas partes, supuso más de 250.000 euros. Valdabra alcanzó los 162.000.

Los datos definitivos de 2023 todavía no están disponibles. De Vadiello sí saben que supondrá tan solo 91.000 euros (han usado una tercera parte que en el 2022), pero del Cinca tardará aún en llegar, hasta junio no llegará el recibo de los regantes.

Saben que será mayor que en el año 2022 ya que han pasado de los dos millones de metros cúbicos a los 3,5. Y aunque las facturas totales de 2023 no estén, con los datos de 2022, lo que sí está claro es que cuesta 2,6 veces más traer el agua desde Valdabra que la procedente de Vadiello.

Al 85 % de su capacidad

Por eso, desde el Consistorio oscense insisten en adecuarse a los nuevos tiempos. “Aunque estemos en la época de las vacas gordas gracias a las últimas lluvias y Vadiello tenga 13 hectómetros cúbicos -está al 85 % de llenado-, no tenemos que sacar pecho y debemos seguir siendo responsables”, alerta el edil responsable de Medio Ambiente. Un esfuerzo, insiste, para seguir ahorrando, un consumo comedido “para que las reservas duren el mayor tiempo posible”, añade.

Y es que el pantano presenta ahora mismo una imagen casi idílica. En poco más de un mes (a mediados de febrero no llegaba al 50 por ciento de su capacidad) ha dado un cambio radical.

No está lleno del todo, pero roza el 85 % de la capacidad total, una lámina de agua que deja atrás esas imágenes -sobre todo las del otoño de 2022- en las que las aguas estaban al fondo del pantano, a punto de alcanzar los lodos que acumula en el vaso, sin llegar a los dos hectómetros cúbicos y con las paredes de roca que lo rodean mostrando su decadencia con las marcas de cómo había llegado a estar y cómo se había quedado.

Un consumo más responsable desde la sequía

Lo que sí dejan claras las cifras del Ayuntamiento de los dos últimos años es que el mensaje de mesura ha calado en los oscenses. Frente a los 8,5 hectómetros cúbicos que se llegaron a consumir en el 2022 -las medidas se tomaron tras San Lorenzo-, se ha pasado a los 5,7 hectómetros de 2023, casi un tercio menos.

El Consistorio fue el primero en tomar medidas, pero también pidió a los vecinos realizar un consumo responsable de agua. Y es que Huesca era una de las ciudades con cifras más altas de consumo. En esa primera etapa de la última sequía, en verano de 2022, se llegó a bajar de 21.000 metros cúbicos a 15.000, que daban una media de 272 litros por persona y día. E incluso en los meses más duros y una vez finalizado el estío, hasta los 13.000 metros cúbicos. “Hay que seguir haciendo un esfuerzo para ahorrar”, concluye Veintemilla.

Recuperar antiguas fuentes de suministro

El Ayuntamiento, consciente además de la importancia del agua para el desarrollo de la ciudad, está inmerso en la recuperación de antiguos suministros. Son las fuentes de San Julián de Banzo. El Consistorio invertirá 1,3 millones de euros para renovar la tubería que lleva el agua desde este manantial hasta el depósito de Loporzano y de ahí a la capital. Un proceso que, al igual que Vadiello, se basa en la gravedad, lo que abaratará los costes.

Son tan solo 5,3 kilómetros que se construirán en dos años para recuperar una de las fuentes de abastecimiento de la capital, que suministraba a la ciudad desde 1887, aunque las constantes fugas y la nula inversión para solventarlas había hecho que cayeran en el olvido. Hasta 200 litros por segundo manan de este manantial.