Ruth Franco: “La situación del pueblo saharaui cada año va siendo más dramática”

Nacida en Zaragoza (1978) y asentada en Escarrilla, esta veterinaria, con clínica propia en el Alto Gállego, es presidenta de la Asociación Alouda, cuyo objetivo prioritario es lograr la sensibilización de los altoaragoneses acerca de la problemática saharaui. Colabora con la entidad desde 2014, pero no es su única incursión en oenegés. También forma parte de otra asociación de ayuda humanitaria llamada Humancoop que actúa en Mauritania.

¿Cómo se define en una frase?

—Creo que me caracteriza la tenacidad y la empatía hacia los demás

¿Qué le llevó a formar parte de Alouda?

—Conocí la asociación a través del programa Vacaciones en Paz, fui familia de acogida junto a mi marido y mi hija.

Alouda nació en 2006, ¿desde cuándo la conoce?

—Desde el año 2014, la conocí a través de unos amigos que ya colaboraban con la asociación.

¿Cómo surgió su nombre para presidir Alouda y cómo recibió la noticia?

—Creo que me tocó (risas). Soy la persona de la junta que en los últimos años ha viajado más a los campamentos y creo que esa cercanía a la población saharaui hizo que mis compañeros me propusieran como presidenta. De hecho, me lo comunicaron justo al volver de uno de esos viajes.

¿Cómo valora la experiencia?

—Realmente muy positiva, a veces, mucho trabajo porque, aunque Alouda es una asociación pequeña, siempre estamos llevando a cabo diferentes proyectos que requieren muchas llamadas y mucho papeleo, pero, en conjunto, una bonita experiencia que me hace sentir que estoy luchando por el pueblo saharaui dando lo máximo de mí.

La entidad nació con la idea de que la sociedad altoaragonesa conociera la situación de los niños saharauis, ¿el objetivo sigue siendo el mismo?

—Actualmente, nuestro objetivo es dar a conocer la situación del pueblo saharaui en general, tanto de la población saharaui refugiada en los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf, en Argelia, como la situación de la población saharaui que vive en el Sahara Occidental, territorio ocupado y expoliado por Marruecos.

Y, ¿cuál es esta situación ?

—La situación del pueblo saharaui con el paso de los años va siendo más dramática. Por un lado, la situación en los campamentos es cada vez más precaria ya que la cantidad de ayuda humanitaria que les llega es cada vez menor e insuficiente y, por otro lado, la opresión que vive la población saharaui en las zonas ocupadas es cada vez mayor. Además de no poder olvidarnos de la existencia de una guerra entre Marruecos y el Frente Polisario, reanudada en noviembre del 2020 por Marruecos y silenciada injustamente por la comunidad internacional.

¿Qué proyectos tiene entre manos?

—En los últimos meses nos hemos visto muy afectados por los recortes de ayudas para cooperación llevados a cabo por las diferentes instituciones y esto nos está llevando a buscar nuevas maneras de financiación ya que lo que no vamos a permitir es dejar de apoyar al pueblo saharaui. Actualmente, estamos a tope con el Programa de Vacaciones en Paz que por suerte ha salido adelante gracias a la ayuda del Gobierno de Aragón. Necesitamos poder traer este verano al mayor número posible de niños, necesitan salir de esas duras condiciones de vida al menos durante los dos meses de verano.

¿Qué es lo que más aprecia en los demás?

—Muchas cosas, la generosidad, la lucha por los ideales, la constancia…

¿Y un defecto que no soporta?

—La prepotencia.

¿Qué es lo que más disfruta en su tiempo libre?

—La tranquilidad.

Diga una pasión frustrada...

—Viajar.

¿Quiénes son sus grandes héroes o heroínas?

—Puede sonar tópico, pero para mí los grandes héroes o heroínas son aquellas personas anónimas que desde la discreción dedican su vida a ayudar a los demás, pequeñas acciones realizadas por mucha gente pueden llegar a tener mucho valor y fuerza.

¿Sigue habiendo muchas familias acogedoras?

—Realmente tengo que decir que desde Alouda no nos podemos quejar, hay años un poco más difíciles que otros, pero en general la respuesta es siempre muy positiva, no ocurre lo mismo en otras regiones en las que en los últimos años se ha visto muy reducido el número de familias acogedoras principalmente por problemas económicos.

¿Qué deben hacer estas familias?

—El programa Vacaciones en Paz está financiado por el Gobierno de Aragón, gracias a esta subvención podemos cubrir los gastos del viaje de ida y vuelta de los niños y los monitores y monitoras que los acompañan. Las familias solo tienen que encargarse de los gastos diarios de alimentación y ropa, integrarlos en su familia como un hijo más durante el tiempo que están aquí. No buscamos un modelo especifico de familia, todo aquel que esté interesado puede ponerse en contacto con nosotros y le informaremos encantados.

Si hablamos de política, ¿se mojaría?

—Aquí tocas un tema sensible… no me gusta nada el rumbo que lleva el mundo en general, tampoco nuestro país…creo que con eso te digo todo.

Si pudiera rebobinar en su vida, ¿cambiaría algo?

—Quizás poder disfrutar más de mi hija, a veces la vida laboral, ser autónoma y emprendedora, me ha privado de momentos que pasan demasiado rápido.