Opinión
Por
  • BELÉN CIPRIÁN TABUEÑA

Salas de estudio: entre el egoísmo y la falta de responsabilidad

La época de los exámenes del primer cuatrimestre acaba de comenzar. Un año más en la biblioteca de la Facultad de Gestión Pública y Empresa vuelve a darse el mismo problema: la contradicción de encontrarse con muchos sitios vacíos y no poder quedarse a estudiar por falta de sitio.

Son dos las razones que explican esta contradicción. Por un lado, el egoísmo de los estudiantes, no te puedes sentar en los sitios vacíos porque se supone que en ese sitio ya hay alguien, pero lo que hay es una hoja o un cuaderno que han dejado ellos mismos o sus amigos para guardarles el sitio, como si los sitios de la biblioteca tuvieran nombre y se pudiesen reservar. Estos sitios están vacíos por horas, pero no puedes ocuparlos porque la persona que ha dejado allí algo suyo se cree con el derecho de poder guardarlo para sí el rato que quiera. En consecuencia, muchas personas vamos a la biblioteca y nos tenemos que dar media vuelta, y todo por habernos comportado de manera cívica y no haber ido a "reservar" un asiento a primera hora o haber pedido a nuestro amigo que lo hiciese.

Por otro lado nos encontramos con la falta de asunción de las funciones y responsabilidades correspondientes a los trabajadores de la misma biblioteca su respuesta al problema, es decir que no se puede hacer nada porque no se puede saber por cuánto tiempo los estudiantes se están ausentando. Me da la impresión de que esa respuesta muestra pocas ganas de trabajar, porque una persona que se ausenta realmente por poco tiempo deja todo su material de estudio en la mesa, no deja sólo un folio o un cuaderno, y esto no es porque teman que los otros estudiantes vayan a robarles los apuntes.

¿Es que toda la vida los jetas van a salirse con la suya?