Opinión
Por

    Manolo Cano Carrera

    Bien saben que no me hubiera gustado sacarte en este periódico para contar algunas de las muchas vivencias que desde que te conocí en los años 1944/45 (75 años, toda una vida) como alumnos de nuestro querido colegio.

    Como chavales y dentro de nuestras travesuras, recuerdo cuando nos subíamos a los plataneros en la Avenida Monreal, en los que como unos Tarzanes hacíamos monadas, tan de moda en aquellos tiempos. De mozalbetes a jugar al fútbol en el Círculo Domingo Savio y el Club de Educación y Descanso.

    Después, ya situados en la vida (me decías que me habías colocado en el Banco de España, pero el que me examinaba era yo), fuiste el mejor colaborador que he tenido en todas mis actividades de "servicio" que ha intentado llevar a cabo, empezando en la Asociación de AA.AA. Salesianos, así como en la Asociación de Padres del Colegio, donde nuestros hijos estudiaban y del que tanto tú como yo nos sentimos muy unidos y donde fuimos muy felices.

    Por último y siempre a mi lado, durante más de 30 años, en la Sociedad de San Vicente de Paúl, nuestras queridas Conferencias, haciendo todo lo posible por sacar el día a día de nuestro Centro de Emergencia Social Ozanam, como Tesorero y donde los dineros no siempre llegaban.

    No quiero contar más. Conchita, tú sabes cuánto quería a Manolo y en estas circunstancias a Él me acojo, para que os ayude a ti, a la familia por la que se desvivía y a mí, a soportar su ausencia.

    ¡Hasta siempre!