Opinión
Por
  • Casilda Sánchez Calderón

La objetividad

La objetividad La objetividad es definida por la RAE como el valor de ver el mundo tal cual es y no como queremos que sea.

Se trata de un hábito de la vida de una gran importancia, porque exige de nosotros ver los problemas y las situaciones con un enfoque que equilibre adecuadamente emoción y racionamiento.

Los seres humanos que la poseen -entre otras cosas- no permiten nunca que las circunstancias y/o personas puedan nublar el hecho real que tratan de resolver, escuchan muy atentamente cualquier tipo de consejo o consideración que se les facilita, y nunca se apasionan ni se precipitan jamás en sus juicios, al objeto de poder entender lo que verdaderamente sucede.

Y es que una persona que es objetiva, ademas de hacernos mejores y de ahorrarnos muchos dolores de cabeza, es siempre enormemente apreciada por todos, al generar a su alrededor -indiscutiblemente- un sentido real de paz y de justicia.