Opinión
Por
  • JOSÉ SÁ

Sentimientos y resentimientos

De lo que conocemos por la edad (una generación y media), lo que nos está pasando es que ya no se puede tener confianza en muchos por el desorden que estamos viviendo. Parece ser como que los de nuestro tiempo fuéramos del medioevo. Un ejemplo: aunque no teníamos TV, ni teléfono, sabíamos que habían pasado y pasaban, cosas grandes y pequeñas más o menos reales, es bueno valorar un antes y un después pero tenemos que reconocer que a pesar de las penurias vivíamos más tranquilos, más alegres, y no será porque no pasáramos necesidades, hoy nos cacarean tantas cosas a la vez, se repiten tanto y tan machaconamente que aburren, además tenemos el morbo exagerado. Han mejorado muchas cosas a costa de otras desechadas, pero me parece que hay menos sensibilidad y sí mucho ego, nosotros valorábamos más porque teníamos poco, teníamos la ilusión de prosperar, quejándonos de lo anterior no es la solución, la solución es trabajar y adelantar, nos falta fe en lo que hacemos y fe en los demás. Si no quieres amar, ¿para que quieres vivir San Agustín. Los sentimientos resentidos es caer en lo peor, ahora se lleva mucho esto. Recordando cosas importantes para los de nuestra edad, "éramos críos" cuando cayó una nevada en Huesca que esquiaban por el cerro de las Mártires, y de ir de Huesca a Loporzano caminando ocho kilómetros con un calzado "que no era de goretex precisamente", eso era importante, lo hicimos a pie un primo y yo, había más de medio metro, otra vez yendo a Graus, en la central eléctrica debajo de la presa del pantano de Barasona había unos témpanos de hielo colgados que no sabíamos si pasar por debajo, daba miedo, todo esto lo veíamos tan natural. Hoy día no pasa lo mismo, pero tantas veces informando machaconamente cansan. Si a la TV la radio y los medios le añadimos la política… esto es demasiado. Dejar que los abuelos expongan sus experiencias, muchos son catedráticos en el ahorro, en la previsión y el respeto que inspiran a los nietos, etcétera.