Feliz cumpleaños, yayo

Llegó el día de tu cumpleaños, quizás uno de los días que más temía desde que te has ido. Hoy supongo que soplaras las velas de diferente forma, rodeado de todas esas personas que se fueron antes que tú. Han pasado 2 meses desde que nos dijimos adiós y sé que a día de hoy, no me lo creo. Eras un hombre muy fuerte y quizás por ello, nunca creí que te irías y como ya sabes, no perdía la esperanza de verte cumplir los 100 años.

Ahora, estoy segura de que habrás vuelto a recordar mi nombre y a conocerme, pero hoy te digo que aún te quise más, me encantaba pasearte, me encantaba chincharte y sobretodo reír juntos aunque no supieras ni el porqué.

Os mando un abrazo muy grande, no os pido que me sigáis protegiendo porque ya sé que lo hacéis. Solo os pido que os cuidéis mucho y que nunca olvidéis lo mucho que os quiero.

En tus últimos días, apretándome la mano bien fuerte, me susurraste un "gracias". Gracias a ti por ser mi abuelo.

¡Felices 96!