Opinión
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  • Diario del Altoaragón

Un Pacto por la Ciencia

Tildó Pedro Duque el Pacto por la Ciencia de Aragón de paradigmático, un modelo que le gustaría implantar en el conjunto de España. Amparó tal aseveración en el respaldo al documento de nuestra comunidad de siete partidos políticos. Una práctica unanimidad que revela no sólo sensibilidad, como arguyó el ministro, sino conocimiento de las necesidades de levantar un edificio sólido en la combinación de la investigación, el desarrollo y la innovación (I+D+i).

No escondió el titular de Ciencia la complejidad de la tarea de establecer el mejor marco para obtener resultados en una actividad que demanda paciencia y consignación de recursos que, empero, son limitados en las distintas administraciones. El talento y el trabajo de los científicos, agregó, está por encima de las condiciones en las que despliegan su labor, con el obstáculo adicional de que España egresa más titulados de las carreras que confluyen en esta disciplina de los que es capaz de absorber en sus laboratorios y en las compañías, por lo que la colaboración público-privada es imprescindible para incidir en la vanguardia de las experimentaciones y de los logros.

Un pacto por la ciencia conlleva, además, una derivada en la definición de un modelo educativo equilibrado, en el que la mujer tenga más presencia en las denominadas modalidades STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), sin olvidar -apostilló acertadamente Pedro Duque- que España tiene la fortuna de disponer de una amplia trayectoria en las Humanidades que nunca hay que olvidar por su contribución al progreso de la nación. En la permanente tarea de repensar todos los ámbitos de nuestro país, el conocimiento y sus aplicaciones han de ocupar el lugar preeminente de una civilización sabia, inteligente, audaz y pragmática. Capaz de pactar y priorizar.