Opinión
Por
  • CARMEN BARDAJÍ

La era de la perplejidad

Atravesamos unos momentos de bastante incertidumbre casi en todos los sentidos. Cuando hace unos días, alguien decía por la radio que España es el país que mejor está en estos momentos, en todo, aunque haya huelga de taxis y te dejen en la estacada, y aunque haya que hacer un encuentro con miles de personas porque España no funciona. Alguien se gasta el dinero de una forma considerable. Hemos sufrido una profunda crisis económica que casi nos lleva a la pobreza a todo bicho viviente, y en este momento, no es que estemos mejor, aunque el señor de la radio dijera que a todo le ponemos un diez, tenemos que estar con los ojos abiertos. Estados Unidos, que se ha tenido como uno de los países más poderosos, o el más poderoso por así decirlo, ahora le preside Asia, especialmente, porque va con una rapidez en lo económico, de lo mas trepidante. Esas guerras que no tendrían que existir, porque eso significa que tenemos que estar enfrentados. A veces parece (aunque de alguna manera vivamos felices y tranquilos) que queramos estar siempre, en un campo de batalla. Por las ideologías, las religiones, las diferencias en todos los sentidos. Sólo por la ambición de una sola persona, podría ir todo de mal en peor. Cuando no estamos bien nosotros, queremos un Hitler, o un Sadam o un Stalin, por nombrar alguno, pero eso, solo genera odio. Y no se trata de que queramos estar aquí, de forma de que me las den todas. En la Unión Soviética, desapareció prácticamente el comunismo, y dando la vuelta, el partido comunista chino, no oculta pasarse al capitalismo. Si en resumidas cuentas, es lo de siempre, es todo lo mismo.

Todo el mundo tendría que tener un ser querido, más mayor que el, para que le enseñe estas cosas, que tantas veces algunos, no sabemos, o no saben resolverlas.