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Protección Civil, la ambición de la seguridad

La entrega de las Placas al Mérito de Protección Civil de 2018, coincidiendo con el día destinado internacionalmente a esta faceta tan significativa para el verdadero estado del bienestar, manifestó la determinación de los distintos agentes que operan de manera más directa en este ámbito de establecer los mejores dispositivos y la cooperación más efectiva para suplir la limitación de los recursos con altas dosis de eficiencia y de organización. Paradójicamente, por cuanto la seguridad es una cualidad a la que se le presupone una actitud conservadora de la integridad humana y también de los bienes de los que dispone, se manifestó la ambición de profundizar con la mejor de las fórmulas en el establecimiento de un sistema virtuoso: la suma de dosis, de talentos y de esfuerzos para, avanzando rápido, sobre todo alcanzar metas más lejanas.

En torno a uno de los valores más sagrados de la convivencia, tanto que sin él la libertad pierde jirones de realidad, profesionales, voluntarios y administraciones buscan una armonía que parte de ese principio universal consistente en que, para transformar el mundo, en primer lugar hay que empezar por la mejora de las condiciones personales de todos y cada uno de nosotros. La admirable labor de A Lurte como centro de referencia de riesgos de montaña en Canfranc se intercaló entre la labor de los voluntarios de Utebo -representación paradigmática de estos cuerpos-, un bombero con la experiencia como factor de conocimiento y, por tanto, de elección de las mejores decisiones como es Eduardo Sánchez, una institución sensibilizada como la Diputación de Zaragoza y, para contarlo, un medio como Diario del Altoaragón donde se identifica el fin que no admite medios con intenciones torticeras. Y es que la armonía es la mejor garantía para entregar el mejor servicio.

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