Opinión
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  • COORDINADORA DE ENTIDADES DEL BARRIO DEL PERPETUO SOCORRO

El barrio ventana rota

En criminología, la teoría de las ventanas rotas sostiene que mantener los entornos urbanos en buenas condiciones puede provocar una disminución del vandalismo y la reducción de las tasas de criminalidad. Esta teoría viene a decir que, si dejamos una ventana rota en un edificio, la gente se animará a romper más, ante la percepción de impunidad.

Esta teoría debería ser conocida por los responsables de los ayuntamientos, ya que ésta defiende que atajar los problemas cuando son pequeños evita que se cronifiquen y se compliquen. No es tan difícil y parece la manera lógica de actuar.

Bueno, pues el Ayuntamiento de Huesca debe de estar llevando a cabo algún experimento en este sentido, y no con un edificio, dejando que los vándalos campen a sus anchas para ver el resultado. Lo está haciendo con un barrio entero y no ha comunicado cuáles son sus intenciones, el porqué de un experimento que deja expuestas a sus vecinas a situaciones violentas que les hacen abandonar sus viviendas.

Al inicio de la legislatura del actual equipo de gobierno, el alcalde de Huesca, Luis Felipe Serrate, anunció en los medios de comunicación que se iba a llevar a cabo un plan integral para mejorar la convivencia en el barrio. Nos encontramos al final de la legislatura y no hay rastro de dicho plan, mientras que la situación en zonas de la calle Valencia, Pasaje Río Guarga y Miguel Fleta se está volviendo insostenible dada la pasividad de la administración.

Los vecinos de la zona tienen que abandonar sus casas ante las amenazas y agresiones de los delincuentes mientras que el alcalde es conocedor y no ejecuta acción alguna para regenerar la zona.

Las propiedades en dicha zona tienen los precios más bajos de la ciudad, lo que afecta a todas las personas que tienen propiedades en el barrio, que ven cómo sus pisos quedan vacíos ante la falta de compradores, en espera de una patada en la puerta…. Si hace cuatro años la situación se podía considerar alarmante, tras una legislatura en la que se ha prometido mucho y se ha hecho muy poco vamos cuesta abajo y sin frenos. Las patadas aumentan y lo que era un problema que afectaba a una zona muy concreta cada vez se extiende más ante la pasividad de las diferentes administraciones.

Los ciudadanos del Perpetuo Socorro vemos cómo la corporación municipal promete y no cumple, relegándonos al puesto de ciudadanos de segunda que no merecen protección ante los abusos de cuatro delincuentes. Parece mentira que haya que recordar que los vecinos del Perpetuo Socorro pagamos nuestros impuestos como el resto de los ciudadanos y tenemos el mismo derecho a vivir sin miedo y a que nuestras propiedades sean protegidas. Si no saben solucionar los problemas de la ciudad, que no se presenten a la reelección.

Que termine de una vez por todas este experimento absurdo y se pongan medidas urbanísticas, sociales y policiales para que el Barrio del Perpetuo Socorro pueda tener el desarrollo que merece.