Opinión
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  • Diario del Altoaragón

La Lonja, motor de desarrollo

Igual que el juego del origen, que si el huevo, que si la gallina, habría que apelar al conocimiento de quien tuvo la capacidad y la habilidad de concitar voluntades para la creación de este colectivo virtuoso para comprender si la demanda empujaba lo suficiente o fue la oferta la que congregó progresivamente a los agentes del sector ganadero y de la transformación en torno a la Lonja de Binéfar. El reconocimiento desde el Gobierno de Aragón constituye un mandato tácito desde el conjunto de nuestra comunidad, porque es una correspondencia en forma de tributo a quien tanto ha entregado al desarrollo del territorio.

La Lonja de Binéfar ha sido un elemento tractor de progreso, de tal forma que su realidad actual era prácticamente impensable hace cuarenta años. Y, sin embargo, los frutos que se recogen obedecen, en un paralelismo metafórico, a una siembra y un cuidado de cada uno de los pasos hasta cosechar el mejor producto. Hoy, representa el mercado de referencia en el vacuno y en los cereales de pienso y alfalfa, y a su vez retrata las tendencias en ovino o porcino, entre otros sectores, hasta el punto de que no sólo España sino que buena parte de Europa concentra su foco en cuanto acaece en cada una de las sesiones en las que se fijan las cotizaciones.

La trayectoria de Binéfar y su comarca no son sino el fiel reflejo de la voluntad emprendedora en torno a un eje fundamental como es la Lonja sobre el que giran otros como Fribin y varias de las compañías más importantes de nuestra provincia. La consolidación y el crecimiento de la actividad ha perfilado un desarrollo expansivo y armónico, sobre el que ha girado una población inquieta, trabajadora, talentosa y audaz, siempre dispuesta a la innovación y a la vanguardia sobre los cimientos sólidos de la Lonja de Binéfar y su capacidad para marcar pautas.