Un millón de gracias

El pasado día 3 de marzo, fue para mí un día cargado de emociones y alegrías. El Excmo. Ayuntamiento de Sariñena tuvo a bien dar mi nombre a una calle en mi pueblo Pallaruelo. A su vez, el grupo Aires Monegrinos, al que pertenezco desde su fundación, se unió al evento dedicándome un homenaje y así iniciar las celebraciones del 40 aniversario del mismo.

Fue un día inolvidable, se dieron cita además de componentes de ahora y de toda la historia del grupo, amigos de todo Aragón y de mi pueblo, alcaldes de varias localidades donde voy a rondar, etcétera. Marga Bretos, desde la página de DIARIO DEL ALTOARAGÓN, dio cumplida cuenta en su artículo de la grandeza de la fiesta, lo mismo la iglesia que el pabellón se quedaron pequeños para albergar tanto cariño hacia mí. Todavía me emociono al recordar lo vivido.

Todo salió perfecto y entrañable, haciéndose sentir muy querido, pero aún faltaba la guinda para que el "pastel" saliera completo del todo. Y esa guinda llegó a través de un editorial cargado de afecto hacia mi persona y mi trayectoria jotera que desde este periódico se me dedicó y que me hizo brotar las últimas lágrimas de emoción que me quedaban.

A todos, un millón de gracias por tanto cariño y generosidad, no sé el tiempo que me quedará por cantar por todo Aragón pero tened presente que os debo una ronda.