Gracias

Cómo entenderlo, cómo afrontarlo, cómo encajar este vacío... Son tantas preguntas y tan pocas respuestas... Que sólo nos consuela sentir tu esencia, que prevalecerá siempre entre nosotros.

Una esencia embriagada de fuerza, lucha, trabajo y amor, mucho amor.

La esperanza es lo único que se pierde y así lo hemos vivido contigo, María José. Pensábamos que construiríamos entre todos una supermuralla que paralizaría esa maldita enfermedad que arrasa con todo, sin importarle nada. No pudo ser, no lo conseguimos.

Aun con todo, sabías que si la muralla había resistido 8 años, era también gracias a esos ladrillitos que hemos puesto cada una de las personas que hemos formado parte de tu vida, de una u otra manera. Y por ello, nos dijiste que querías dar las gracias.

Gracias familia, amigos, clientas (muchas de ellas también amigas), médicos, enfermeras, conocidos, gracias a todos los que en algún momento habéis pensado en ella y le habéis mandado esa energía, ese ladrillito. Eso ha hecho que durante este tiempo también haya sido muy feliz.

Nos lo transmitió ella, no dio tiempo. Por eso os lo transmitimos su familia, en su nombre. Gracias.