Opinión
Por
  • CARMEN BARDAJI

La vida de Manole

Hace unos días llegaba a mis manos un escrito sobre la vida de Manole. Era tanto lo que se dice en esas doce o catorce hojas, que podría dar forma de libro o llevar al cine, o las dos cosas. Una persona con esa categoría y talante, que con alegrías o con penas siempre levantaba el ánimo y que ahora con sus años sigue igual. No le importa si vive en un palacio o en una choza. Él, siempre sonríe a la vida. Y aquí no hablamos de buenos o malos, es lo que puede hacer una persona para que la alegría no decaiga. Los que han escrito sobre él, no estaría de más que se le diera a conocer como una persona inquieta, emprendedora, pionera. Un moderno de su tiempo. Ya dicen de él que era y es un superdotado en lo emocional, defensor de su pueblo, gran conversador, listo en los negocios. En misa, igual hacía de sacristán como de monaguillo. Le ofrecen trabajos ilustres pero el prefería estar en su casa, con los suyos, pero abriendo brechas. Cuando por él mismo ya se abría camino, se compró una moto, luego un seiscientos, un Land Rover y, más tarde, doce Land Rivera más. Organizó un cine en su pueblo e iba con sus medios de locomoción a Barcelona o a Lérida a buscar las películas para hacer partícipes a todo el que quisiera. Dejaba una especie de hucha en la puerta y cada uno a pagar a conciencia. Aunque normalmente estaba cobrando su madre. Se casó con una chica muy joven que vivía en Francia y falleció también muy joven, ella también era muy inteligente. Pero parece que a este hombre no le faltó valor para seguir adelante después de las penurias que pasó, que no han salido aquí. Por eso animo a que los que se ocupan de dar a conocer la vida de este personaje, saquen algún ejemplar de libro y a ver si nos ayuda a muchos a ser emprendedores.