Opinión
Por
  • MARIA BEGOLA SIERRA ACÍN

¡Ha resucitado!

Ha llegado el mes de abril, es primavera y hay luz y color en la naturaleza. Se inaugura en la Iglesia la llamada "cincuentena pascual", cincuenta días de gozo con Cristo resucitado. Una persona me pregunta: "¿Es posible la alegría cuando tanta gente sigue crucificada ¿No hay algo de falsedad en nuestros cantos de gozo pascual ".

Son interrogantes que le nacen al creyente desde el fondo de su corazón cristiano. Si no hay alegría para todos, ¿qué alegría podemos alimentar en nosotros ".

Estamos alegres, no porque han desaparecido el hambre y las guerras, ni porque han cesado las lágrimas, sino porque sabemos que Dios quiere la vida, la justicia y la felicidad de los desdichados y lo va a lograr. Un día no habrá ya muerte, ni llanto, ni dolor. Todo eso habrá pasado. Nuestra alegría se alimenta de esa esperanza en Jesús Resucitado, que no nos deja insensibles ante los problemas de los que sufren, y nos animan a luchar contra la maldad hasta el fin de la vida. Puesto que Cristo ha resucitado, creo que Dios ama al ser humano; creo que hay que construir un mundo solidario donde el hombre no sea lobo para el hombre, sino compañero y hermano; creo en un mundo nuevo, donde habrá un amor y una casa para todos.