Opinión
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  • DIARIO DEL ALTOARAGÓN

El inquietante panorama profesional sanitario

Tienen los Colegios de Médicos el deber de ser estrictos y rigurosos en el estudio, la divulgación y la reivindicación. No en vano, en su esencia se encuentra, además de la legítima y obligada defensa de los intereses corporativos, el servicio a la sociedad en materia tan sensible y trascendental como es la sanitaria. De ahí que no convenga, ni en la ciudadanía en general ni en las instituciones en particular, albergar la más mínima duda de que no existe exageración cuando en cualquiera de sus publicaciones señalan un problema serio que, al final, atañe a nuestra salud.

No es nueva la preocupación que el Colegio de Huesca quiere que se convierta en sensibilización sobre la gran problemática que se nos avecina con ese indicador tan inquietante sobre la jubilación de un 60% de los facultativos actuales en menos de una década. La cuenta es sencilla, por lo que la administración ha de tomar las medidas oportunas para que esta longevidad que se avecina y que no tiene visos de corregirse posteriormente sea revertida mediante estímulos con los que impulsar unas condiciones más atractivas para los profesionales que emergen de las universidades. La entidad colegial, en sus reclamaciones bien fundamentadas que incluyen por el bien de todos nosotros el final de prácticas irregulares que, más allá de la competencia a los doctores "con todas las de la ley", suponen un riesgo para nuestra integridad por la falta de las garantías precisas, está demandando un equilibrio para que la situación no acabe siendo más dramática. No se puede apelar alegremente como toda solución a las aplicaciones tecnológicas, porque, en asunto tan prioritario, la asistencia personalizada, humana y reconfortante no admite recursos a distancia. No podemos permitirnos ningún retroceso en nuestro magnífico sistema de salud.