Opinión
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  • Diario del Altoaragón

Perder el tiempo en rifirrafes estériles

Afirmó ayer la secretaria de Estado de Empleo que el Banco de España debiera pedir perdón o, cuanto menos, reconocer que se equivocó en su previsión de las consecuencias del incremento del Salario Mínimo Interprofesional en un 22 % en enero. Saldar cuentas aprovechando el comportamiento de un mes tradicionalmente favorable, exactamente igual que sucede cuando el signo es negativo y se piden rectificaciones en la dirección opuesta, es un oportunismo que ni hace al caso ni resulta realmente significativo. La entidad reguladora no está al servicio ni de gobiernos ni de partidos y ha de expresarse, y sólo exclusivamente cuando es preciso, con independencia y criterio, esto es, con coherencia con sus conocimientos y las expectativas que son fruto de prolijos análisis. No hay más que recordar las terribles expectativas que todos los organismos internacionales atribuían a España para el año en el que vivimos, cuando desde lo más profundo de la recesión calculaban más del doble del desempleo actual.

Los balances del paro han de realizarse en las tendencias de meses, más que en la puntualidad de un dato. Cierto es que los errores en la conducta económica del futuro son relativamente frecuentes porque cada estudio obedece a la confluencia de vientos propicios y contrarios que pueden cambiar. Aquella medida será sometida al juicio de periodos largos, pero básicamente hay que incidir en que no podemos perder el tiempo en rifirrafes y orgullos, porque el paro de España sigue siendo demasiado gordo como para entretenernos. Y, para los análisis, hay que apreciar si efectivamente la economía evoluciona, las empresas son más competitivas y los trabajadores más productivos. En esos factores, y no en los reproches, está el terreno de juego.