Opinión
Por
  • CARMEN BARDAJI

¿Por qué despreciamos lo que no nos gusta?

Despreciamos las tradiciones, que haya un pensamiento único: el mío. En general se desprecia la vida en la familia; en eso vamos con retraso, porque lo que se hacía en otros países anti-todo, ahora resulta que apoyan a la familia con todas sus fuerzas y, en España, queremos darle la vuelta. Pero por qué volver al tiempo de las cavernas, por nombrar algo lejano, no porque lo hicieran mal.

Con la maravilla que es ir adelante, defender que cada persona tenga su personalidad y dejar que todo evolucione para bien. Parece que el mal nos tiene acorralados; mientras haya quien nos enseñe cuál es el bien en esta vida, no nos tiene que importar. Si en el colegio no dan buena doctrina a los hijos, pues se la damos nosotros, compramos un catecismo y nos empapamos de buenos libros que hablen de cosas creíbles. ¿No era Edison al que el profesor le dijo que no servía para estudiar Pues mira su madre como le enseñó. Cuántos perdedores y cuántos Edison nos encontramos con una historia parecida.

Los padres son los que tienen que enseñar y educar a los que traen al mundo y, mientras el mundo sea mundo, pues será así. Siempre la lucha unos con otros, pero que la lucha sea por equivocación, no porque estemos metiendo el dedo en el ojo.