Opinión
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  • Diario del Altoaragón

"Un poquito de por favor"

Ni es para tirarse de los pelos ni para instalarse acrítica e irreflexivamente en la autocomplacencia. Los datos del desempleo pueden ser el inicio de una tendencia o quizás una expresión coyuntural, y aunque todos los expertos abundan en que cualquier desaceleración no va a perpetrarnos el destrozo de hace casi doce años, lo cierto es que es más recomendable atender cualquier señal que ignorarla. De lo contrario, como sucedió en 2007, podemos revivir una de las predicciones más lamentables de la historia económica, la de Irving Fisher que, amparado en la autoridad reconocida por todo el mundo, preconizó que quedaba por delante una larga etapa de prosperidad porque el crecimiento estaba en un valle elevado... pocas fechas antes del "crash" de 1929.

Hoy día, a pesar de que el panorama sea volátil y el vértigo acompaña a muchas de las evoluciones de cualquiera de los parámetros que se contemplan en economía, se hace muy difícil pensar en un repunte del desempleo como el de hace una década y, sin embargo, no sólo hay que estar vigilante, sino activo. La precariedad institucional en España no ayuda para nada a establecer el marco en el que las empresas, entendidas éstas en su conjunto de directivos y trabajadores, desempeñen su función de generar riqueza y puestos de trabajo con la mejor fluidez. Se suma a la incertidumbre que algunas de las normas de los últimos meses ha engendrado, quizás porque el diálogo social -que en Aragón es tan paradigmático- se ha resquebrajado de manera profundamente inconveniente. El progreso establece su basamento en la confluencia de los esfuerzos para crear empleo y para reforzar las estructuras ante cualquier contingencia. Como diría la castiza serie, julio no ha sido para temblar, pero sí para el aviso: "Un poquito de por favor".