Opinión
Por
  • JOSÉ SÁ

Nerón

Los Ayuntamientos tienen ¿obligación de entretener al pueblo, por ejemplo el disparate de gasto en las fiestas, y hay que darle al pueblo lo que pide.

En tiempos de Nerón las fiestas eran de trigo y fieras, era un aniquilar a la gente y, aún aplaudían. Mi comparación es abismal pero… Hoy día las fiestas son de alegría, con comida y bebida en abundancia y aplaudimos en mil eventos para niños y mayores. Ahora, tanto en los pueblos como en las ciudades las fiestas son de alegría y mucho gasto, en (Huesca lo primero que vemos es las Completas y los Danzantes). El encuentro de la gente es el alma de las fiestas porque el Santo emociona a cientos de creyentes y no creyentes, son días de saludos y abrazos una vez al año. El primer día vivimos con gran alegría el comienzo, olvidándonos de todas las diferencias, recordando la devoción que cada uno llevamos en el corazón, manteniendo las tradiciones, es uno de los motivos más fundamentales.

Expresar la alegría, es un bálsamo importante. Siguiendo recuerdos hago unos apuntes de los pueblos cuando yo tenía 15 años, empezábamos adornando las calles, íbamos a pedir dinero por las casas para llevar una orquesta, "Estrellas Negras sin dudar" ¿en que local se haría el baile si era invierno "en qué almacén o pajar" y si era verano, en que plaza. Las madres, en la fiesta de junio dejaban abiertos los balcones para escuchar la música, los músicos tocaban hasta las tres de la mañana, la música era muy buena, no era como ahora, hoy oímos mucho ruido.

Bien, pues esta es la diferencia de hace 80 años. Mi madre me contaba que para las fiestas del pueblo, a su hermano, le guardaba dinero de huevos que iba vendiendo. Cuanto se van a reír aquellas mujeres que lean esto. No comparéis, lo nuestro va acabando, pero no nos olvidéis a los viejos (a los mayores) mocetas y mocetes de ahora, podéis reíos y dar gracias a Dios de este tiempo que es el vuestro, dentro de cuatro días vosotros/as contaréis algo parecido.

Ahora el refranero dice: El amor es el esfuerzo que hace un hombre para contentarse con una sola mujer. De todo hay en la vida del Señor.