Opinión
Por
  • JAUME CATALÁN DÍAZ

El horizonte europeo

El horizonte europeo El horizonte europeo, en estos momentos ciertamente, no es halagüeño. Frente a él, los discursos nacionalistas que van adquiriendo fuerza en las sociedades europeas responden con un mensaje sencillo cargado de emociones. Mientras tanto, las fuerzas políticas moderadas guardan silencio.

No debería ser tan complicado explicar a la ciudadanía que ser europeo no supone traicionar las lealtades patrióticas, que Europa es una sociedad plural que puede integrar sin renunciar a lo propio, que la xenofobia y el racismo son contrarios a las raíces religiosas y culturales de Europa, que los extranjeros no son enemigos, y que el nacionalismo acaba siempre por imponerse a la ley y al orden.

Los grandes desafíos a los que se enfrenta el otoño europeo requieren decisiones técnicas, pero, más aún, exigen un discurso político cargado de fortaleza moral. De lo contrario, como viene sucediendo los últimos días, serán los "salvinis" de turno, quienes acaben ganando.