Opinión
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  • Diario del Altoaragón

El preocupante dato de las matriculaciones

La caída de más de treinta puntos de las matriculaciones en el mes de agosto representa un dato inquietante, y no sólo por la evolución de ese periodo (afectado porque 2018 fue excepcionalmente bueno ante la llegada de las nuevas pruebas de emisiones), sino por la constatación de que, en las circunstancias actuales, el sector se halla en dificultades para mantener la comercialización de sus productos. Nos encontramos en una encrucijada de mensajes que al consumidor le hacen dudar y retraerse. La evidencia de que el modelo tipo evolucionará hacia los propulsados por energías sostenibles no empece para la comprobación de que la tecnología todavía ha de adquirir un mayor volumen y calidad de prestaciones entre las que se halla la autonomía, antes de concebir un escenario sin combustibles fósiles. Queda lejos, pero tanto determinados dogmatismos como el precipitado anuncio gubernamental sobre el diésel han dañado las ventas de los automóviles con estos motores. Añádanse, a las circunstancias específicas en torno a esta industria, la coyuntura general en los ámbitos económico y político, que sugiere escasa confianza.

Es más que probable que los próximos meses corrijan relativamente la disminución, pero difícilmente va a poder ofrecer un balance este ejercicio en positivo ante la obvia complejidad en el canal de particulares. Y lo cierto es que, con un parque automovilístico que envejece, en un sector que España y Aragón necesitan como el comer y que exige un determinado nivel de consumo, habrá que concebir nuevos estímulos porque es un termómetro muy importante de la salud económica de un país como el nuestro.