Opinión
Por
  • ANTONIO VALDÉS PALACIO

La crisis del sistema capitalista

Al comienzo de la crisis existente saltó la alarma en Estados Unidos cuando uno de sus principales bancos entró en quiebra debido a la burbuja inmobiliaria que se había creado. Se concedieron muchos créditos para comprar viviendas de dudoso cobro, pero como el precio no paraba de subir, las entidades financieras daban dinero porque ni no llegaban a pagar saldrían ganando al subastar los inmuebles. Pero ante la caída de esta institución, se produjo un efecto hacia la baja del precio de las viviendas. Todas las financiaciones de otros países cayeron y se encontraron con que sus activos inmobiliarios descendían. Había que sanear a los bancos con dinero público para que no fueran a la ruina. Fue toda una especulación que al final tenía que estallar. Poco a poco se han tomado medidas para salir de la crisis, como inyectar más capital en el mercado.

Este es el precedente, pero no la única causa del colapso. Se ha creado un capitalismo salvaje donde las empresas solo piensan en ganar dinero y en si pueden arruinar a otras para quedarse con ellas. No existe en nuestra sociedad un concepto ético-moral de "vivir y dejar vivir". El dinero y la avaricia con sus premisas. Aunque la patronal gane mucho con sus negocios, echan a la calle a parte de sus trabajadores para tener más beneficios. Las multinacionales se van a países tercermundistas para explotar a la gente y tener más liquidez. Los bancos, a pesar de sus inyecciones de dinero recibido, no dan crédito. Las políticas de reajuste del déficit han llevado consigo recortes, y los ciudadanos son cada día más pobres.

Estados Unidos y Japón han puesto en marcha medidas de creación de empleo y están saliendo de la recesión. Europa sigue anclada en la reducción del déficit y no da trabajo ni sale del atolladero. Ante este panorama, Bruselas debe ponerse en marcha e imitar a estos dos países para salir de esta crisis que cada vez está llevando consigo más pobreza.