Opinión
Por
  • LINA SALVATIERRA

Maltrato animal

Esta semana, nos hemos despertado con la imagen de un gato en un buzón de publicidad con la cabeza reventada. Un o unos desalmados le golpearon salvajemente y luego lo dejaron, en el más puro estilo mafioso, en un espacio donde se puede presenciar públicamente. El escarnio, en realidad, ha de ser para esas bestias inhumanas capaces de semejante atrocidad.

Hemos de ser conscientes de la necesidad de convivir con los animales y del papel que los gatos realizan en las calles para el equilibrio del ecosistema en el que todos tenemos nuestro sitio. En la zona donde sucedió este acto vandálico puede haber cámaras de una entidad financiera u otros comercios, y me gustaría que, si se descubre a los autores, reciban la aplicación de la justicia como corresponda. La conciencia cívica debiera guiarnos a todos, además, a denunciar una brutalidad de estas características si la viéramos. No podemos permanecer impasibles ante el horror del maltrato animal.