Opinión
Por
  • Diario del Altoaragón

Populismo y "mediocracia"

Una visión demoledora de la sociedad actual en el magacín Papel de El Mundo apuntaba al imperio de la "mediocracia" en el que se ha convertido nuestro país, en el que las perspectivas descollantes quedan cercenadas en beneficio del simple y llano cumplimiento de un deber marcado por el bajo nivel de exigencia. Se penaliza la mirada profunda y la acción transformadora para apelar a un igualitarismo alienante. Matt Haig, el autor de "Apuntes sobre un planeta estresado", expone la paradoja de que la generación más conectada de la historia coincide con la más solitaria, merced en buena medida a esa herramienta tan imprescindible como irresponsablemente utilizada que es el móvil que perfila una personalidad general ansiosa e infeliz.

En medio de este escenario, otro fenómeno nos inunda, y es el populismo que se practica en una gran parte de las manifestaciones humanas, incluidas las redes sociales más que nunca erigidas en ese augurio terrible pero lúcido de Umberto Eco cuando las definía como las legiones de imbéciles capaces de discutir con un Premio Nobel desde un estadio de legitimidad atribuida por la inconsciencia y la arrogancia. En estas reglas de juego perniciosas juegan los periodistas "todólogos" expertos lo mismo en la búsqueda de Blanca Fernández Ochoa que en las geología para hallar al pequeño Julen, y los políticos de todo el mundo que nos sumen no sólo en crisis de guerras comerciales, de desuniones o de insensateces, sino sobre todo de valores y de carencias de liderazgos con autoridad, concepto que conviene diferenciar del poder si tenemos algún atisbo de intención de retornar al camino de la ética con la que regir nuestras vidas. La vacuidad del pensamiento en la esfera pública preludia un futuro poco halagüeño.