Seguimos con una España fuera de juego

Las últimas elecciones generales del 28 de Abril, nos comunicaron que habían tenido un costo de 120 millones de Euros.

Por lo vivido el día 25 de Julio de 2019, estamos abocados en Noviembre de este mismo año a una repetición de las mismas y el gasto ya ascendería a 240 millones, más la paga de siete meses inactivos de 740 parlamentarios, ¡que no es moco de pavo!....

Este bochorno económico nos costará a los españoles 300 millones de Euros.

Este dineral le iría muy bien a la sanidad, a la educación y a muchas de las carreteras que piden a gritos intervenir para mejorarlas, que sirvan de ejemplo los 22 km., que separan Campo de Benasque.

Según se le escapó a la vicepresidenta del gobierno, el dinero de todos no es de nadie. Con apreciaciones tan nefastas, ¿Qué podemos esperar .

Un País puntero en el contexto mundial lo define: La economía, la sanidad y la educación. Pero dejando muy claro que sin economía no hay sanidad ni hay educación.

Las investiduras fallidas han dejado meridianamente claro que a los políticos Españoles les importa un bledo España.

Ha quedado al descubierto que lo prioritario es como nos repartimos la tarta del poder, un poder avalado por un sistema enfermizo que no tiene ningún sentido en el siglo XXI.

El poder y la economía deberían estar en manos de quien los sabe administrar, no en manos de quien los utiliza descaradamente para uso y disfrute personal y para sus adictos.

Hace ya muchos meses escribí, bajo mi humilde opinión, lo que necesitaba España para encontrar el rumbo del éxito, y que en estos momentos aun es más urgente.

Políticos a legislar, no ha repartir poderes. Funcionarios a funcionar no ha escaquearnos. Y empresas y trabajadores a producir, mucho y bien.

Todo lo que este fuera de este contexto, dañará a España y a los españoles de buena voluntad y que además producen y pagan.