Opinión
Por
  • Jimena Sánchez Calderón

¿Azote inesperado?

Atrás ha quedado recién el ciclón de categoría 5 Dorian, allá en el archipiélago de las Bahamas.

Un paradisíaco destino turístico hasta ahora que ha venido atrayendo a millones de viajeros anuales procedentes de todo el planeta, para disfrutar allí de su clima templado, hermosas playas, aguas turquesas y tranquilas. Pues bien, ha sucedido que debido a uno de esos caprichos que tiene de vez en cuando la madre naturaleza, su presencia estos días últimos por aquellos lares ha supuesto al menos cinco muertos y destruido más de 13.000 casas, lamentablemente.

Así pues, en ese auténtico trozo de cielo, donde empresarios y artistas multimillonarios tienen impresionantes residencias de lujo e, incluso, donde varias de sus islas están en manos privadas, sin duda que el paso del ciclón Dorian marcará un antes y un después. Y es que, habiéndose tomado muchos pasos positivos para cumplir los requisitos de la UE para evitar volver de esa forma a la lista de los paraísos fiscales mundiales y, representando el turismo bahameño cerca del 60 % de su PIB -uno de los más altos del Caribe- esta casi "devastación completa" en forma de ¿azote inesperado supone un negro horizonte.