Opinión
Por
  • Modesto Arjona Ortiz

El timbre

Leí el otro día en esta sección una carta de Domingo Malo reclamando que las bicicletas, porque así lo exige la normativa de circulación, lleven instalado el timbre como elemento para favorecer el tránsito tanto en vías urbanas como interurbanas. Era tal la sencillez y buena intención con que se exponía la cuestión, que no pude por menos que esbozar una sonrisa de agradecimiento y, al día siguiente, fui a la tienda donde compré una bicicleta este verano para que le instalaran el correspondiente timbre.

Metidos en el fragor y en la incertidumbre de la política nacional; temerosos por la recesión económica que se avecina; escandalizados por el espectáculo que dan a diario el analfabeto de Trump o el bufón de Boris Johnson, y con el corazón encogido por los incendios en la Amazonía, es muy de agradecer que de vez en cuando alguien plantee cuestiones de la vida real que fomenten el civismo y, aunque es evidente que esto no va a solucionar los problemas citados, sí que permitirá una mejor convivencia entre ciclistas y viandantes. Así pues, conviene recordar que el timbre en las bicicletas es obligatorio para el usuario; exige que las tiendas que las venden lo instalen y también que las autoridades que controlan la circulación lo verifiquen. Gracias, Domingo, por la lección magistral de micropolítica que nos has dado.