Opinión
Por
  • Carmen Bardají

Conciertos benéficos

Aquella canción de mil novecientos ochenta y cinco, escrita por Michael Jackson y Lionel Richie, y grabada por un buen grupo de músicos famosos, que fue un acto benéfico, para ayudar en su pobreza a los niños de África, o concretamente Etiopía, fue un acto maravilloso; los mejores cantantes del momento, que con sólo uno de ellos gana una buena parte en un concierto, allí estaban todos a una, para ayudar en esa hambruna, y aliviarlos un poco de semejante pobreza. Pues por un concierto así al año, por los cantantes más famosos, y buenos cantantes: ingleses, norteamericanos, canadienses... que cuando los oyes te quedas sin habla, iban a hacer una buena obra en el mundo, ayudando como en esta famosa canción "We are the world". Tanta escasez de medios mientras otros se mueven en la abundancia, y los que no son cantantes, si tienen mucho, y no ayudan en estos menesteres, pues allá cada uno con su conciencia. No se trata sólo de darles de comer así, de lejos, pero sí se les puede hacer mejores personas. Sabiendo que en el mundo hay gente buena, que ayuda. Y depende la mayor parte de estas calamidades de las autoridades, de los propios gobiernos, que tanto se lavan las manos, mientras su país sufre lo indecible. Si ves de cerca el dolor, siempre se puede hacer algo. No es hacerse con la Amazonia para construirse mansiones.