Opinión
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  • Diario del Altoaragón

Un vial a nombre de Gregorio Cabrero Balaguer

La inauguración del remozado y mucho más amplio centro de Supermercados Altoaragón estuvo acompañada por un cierto sobresalto y una satisfacción. El primero, el anuncio por parte del máximo dirigente de Cabrero e Hijos, Santiago Cabrero, de que la necesidad de un espacio logístico para su actual actividad obliga a pensar en una respuesta definitiva desde el ayuntamiento oscense tras catorce años de gestiones –por cierto, para indisimulada estupefacción de todos los presentes- o la búsqueda de otras ciudades para responder a sus exigencias de crecimiento. No se puede permitir la ciudad tamaña expresión de ineficiencia ante una compañía que ya emplea a 370 personas y es un modelo empresarial paradigmático en la competencia con distintos formatos comerciales, admirado y admirable, sobre todo cuando, además, la solución está en la mano porque el problema no es de disponibilidad de superficie junto a sus actuales instalaciones. Un ejemplo de relación con el entorno a través de la adquisición de productos de proximidad con los que potencia, de paso, el sector agroalimentario.

La buena nueva vino propiciada por la intervención del alcalde que adelantó que el vial de comunicación de la Plataforma Logística y la ciudad se denominará Gregorio Cabrero Balaguer, un reconocimiento a una figura imprescindible del desarrollo y de la proyección de esta ciudad por el carácter ambicioso de sus realizaciones en la provincia de Huesca y su protagonismo en la creación del Grupo IFA que presidió durante lustros. En la solicitud del Foro Huesca Excelente promovida por Raúl Benito, se hacía constar el déficit en la capital de nombres de empresarios líderes en la historia de los avances de Huesca, una carencia que ninguna urbe moderna puede consentir por lo que representa de desconocimiento sobre el rol de los generadores de riqueza y de empleo. Una cuestión de justicia, que no de generosidad.