Opinión
Por
  • JUAN JOSÉ MAIRAL HERREROS

Solos en sociedad

Se acaba el verano y casi ha sido noticia diaria, tristemente diaria, y me refiero a que cada día son más los mayores de edad avanzada que mueren en sus casas con la soledad como compañera de su vida cotidiana.

Antes los abuelos, nuestros abuelos, morían en sus camas y en sus casas acompañados de sus familiares más íntimos y cercanos. Hoy en día, mueren solos y desamparados. Cómo cambia la vida, cómo cambian las maneras de irse al otro mundo.

Con familia o no, la pregunta es: ¿Cuántos abuelos y abuelas, teniendo a su hijos y a sus nietos, están o se sienten completamente solos Desgraciada y realmente parece que muchos y en muchos lugares.

Todos estos casos y noticias, normalmente con final trágico, desgraciado y mortal debería, que digo, debe hacernos reflexionar qué está haciendo mal esta sociedad de la que nosotros somos elementos de la misma y que deberíamos hacer para resolver este preocupante problema.

"Abandonar" a nuestros mayores es algo que se está convirtiendo en habitual. Somos o formamos una sociedad solidaria para con lo lejano y egoísta para con lo cercano. Dejamos o tratamos a nuestros mayores como personas molestas o que estorban llegados a una cierta edad y condiciones y los usamos para nuestros fines cuando nos hacen falta (dígase cuidado de nuestros hijos o nietos en unos casos, o como ayuda económica en otros casos).

Esta sociedad debería reflexionar y mucho sobre la soledad de estas personas, cómo llegan a ella, cómo combatir esta situación a la que muchos de nosotros llegaremos algún día. Egoístamente no querría morir de este modo, ni vivir entre cuatro paredes con el silencio, la indiferencia, el olvido y la soledad como compañeros de viaje, al final de mi vida. Hagamos algo pronto, nuestros mayores no se merecen esta soledad.

Juan José Mairal Herreros

Sabiñánigo