Opinión
Por
  • MARÍA BEGOÑA SIERRA ACÍN

Respetar la naturaleza

Las salidas al campo son esenciales para todas las personas y muy especialmente para los niños. Ese poder corretear libremente, sin peligro de coches y respirando aire puro, además de un placer, es una verdadera necesidad.

Conocer y "vivir" la naturaleza es la manera de aprender a respetarla, tenedlo en cuenta.

Las personas que caminamos por el campo, la verdad es que como quien corresponda no tome las medidas oportunas, cada vez vamos a tomar más aire contaminado y unos olores que no nos va a hacer falta ponernos colonia de Adolfo Domínguez ni Prada.

Hace unos días, el hedor que se percibía en el pueblo de Sesa era insoportable. No se podían abrir las ventanas de la vivienda para ventilar, ni salir a la terraza para tomar el sol. Da muy mala imagen para un pueblo que descarguen cuatro viajes de estiércol de terneros en una finca que linda con el camino que nos lleva al cementerio de Sesa, por el cual vamos las personas para pasear, no porque nos apetezca, sino por necesidad, tenemos macetas en el cementerio que se las ponemos a nuestros difuntos y las tenemos que ir a regar y al mismo tiempo limpiamos las lápidas. Además es el camino por donde baja la funeraria y las personas que le acompañan andando hasta el cementerio, si se encuentran con un ambiente de tan mal olor y tantas moscas, yo creo que se hubieran pasado unos momentos muy bochornosos.

Para mi opinión el estiércol se debería llevar a la finca directamente con el remolque espardedor, se esparde el estiércol por la finca y después se labra con el chisel y ya está todo en orden.

Observar y conocer la naturaleza es la mejor manera de estimarla. Es muy bonito fijarnos en los cambios que se producen en los árboles en cada estación.

Los animales domésticos también son una buena ayuda para aprender a respetar la naturaleza desde niños. Aunque sea un pajarito o un corderito. Lo importante es la responsabilidad de cuidarlos, darles de comer y preocuparse por ellos.