Opinión
Por
  • ENRIQUE SERBETO

Tutorial para la formación de coaliciones

Tutorial para la formación de coaliciones
Tutorial para la formación de coaliciones

Normalmente, el primer requisito para dar un consejo es tener experiencia sobre la materia. Yo no podría enmendarle la plana al entrenador del Huesca -aunque me duela como a cualquiera la derrotita en Soria- porque no tengo ni idea de cómo se podría haber hecho mejor. Tampoco soy ni he sido presidente del Gobierno y confío en que tendré la fortuna de no serlo jamás. Pero en este caso se aplica la regla número dos del dador de consejos que es el de haber aprendido al menos de la experiencia ajena. Y en este caso creo que por edad y porque he vivido y he conocido bien al menos un par de decenas de países, tengo cierto conocimiento concreto de cómo se hacen estas cosas, al menos más que muchos de los políticos españoles que pensaron que era una bendición haber acabado con el modelo bipartidista y que ahora están haciendo el ridículo porque no saben cómo enhebrar la aguja de la estabilidad. Así que con este bagaje mío y con la mejor voluntad propongo este tutorial en el que se explica lo que hay que hacer para formar una coalición sensata, a ver si alguien que lo necesite lo acaba leyendo.

Lo primero que hay que hacer es, en efecto, anular todo lo que han hecho Pedro Sánchez, el presidente en funciones "cum laude" y don Pablo Iglesias, ese señor de Galapagar, que son los que a todas luces tienen la capacidad y la posibilidad de hacerlo. Lo de repartirse los ministerios como si fueran cromos de futbolistas es empezar la casa por el tejado y una ofensa a los ciudadanos porque denota que ambos –y todos los que les rodean- están en política solamente para figurar en una foto oficial y que lo de servir a los ciudadanos es solamente un efecto secundario. Luego, se empieza a discutir un programa de Gobierno, me refiero a los detalles concretos de lo que quieren hacer, de cómo hacerlo y del modo de obtener los fondos necesarios para llevarlo a cabo. Como ninguno de los dos ha obtenido una mayoría suficiente para hacerlo solo, será fácil pactar aquello en lo que hubieran coincidido en el programa electoral, y más complejo lo que ambos ven que no pueden hacer o al menos no lo pueden hacer como habían previsto porque es evidente que ninguno tienen apoyo suficiente para ello. Una vez que se ha acordado ese plan de gobierno, es irrelevante quien va a ser el ministro o quien el subsecretario. Irrelevante salvo para esa persona, claro.

El problema que veo en la situación actual es que Sánchez ha demostrado que es incapaz de pactar con nadie: primero se lo ofreció Mariano Rajoy incluso con la posibilidad de que entrase en el Gobierno y ese no suyo aún resuena. El día de las últimas elecciones hizo que sus seguidores gritasen "con Rivera no, con Rivera no" y ahora está jugueteando con el señor de Galapagar como los gatos torturan a los ratones que no se van a comer. Cuando se queja de que ni unos ni otros le quieren apoyar para dar estabilidad al país me recuerda al conductor del chiste que creía que eran todos los demás los que circulaban en dirección contraria. De su proyecto político –un Gobierno progresista monocolor- se deduce que está dispuesto a que vuelva a haber elecciones, una tras otra si hace falta, hasta que él logre la mayoría absoluta. En mi opinión, Sánchez debería retirarse y dejar paso a otro porque ha sido incapaz de pactar con nadie. Y como las elecciones van a repetirse y darán un resultado bastante parecido al actual, entonces quien sea que vaya a intentarlo, le recomendaría humildemente el tutorial del que hablaba más arriba, a ver si así salimos del atolladero. Gratis y sin necesidad de que me nombren ministro. Por supuesto.