Opinión
Por
  • ANTONIO LASHERAS

Y cada año se repite la misma historia

Llevo cuarenta años en el mundo de las almendras y de los frutos secos en general.

Presido una Sociedad Agraria desde 1990, y seguimos con la misma historia. Los robos en campos y almacenes siguen y siguen, sin que la justicia saque del circuito de la convivencia pacífica a personas indignas que no merecen ser parte de una sociedad que trabaja para poder descansar en paz.

Las fuerzas de Seguridad del Estado actúan con profesionalidad y eficacia, porque así lo constatamos cada día y cada noche, siendo merecedores del máximo agradecimiento y gratitud. Pero de nada sirve ser eficaces y detener a los ladrones, si la justicia no es capaz de corregir tanto daño que los agricultores padecemos a lo largo de los años.

Pero no sería justo quedarnos a mitad del camino de esta dolorosa situación, sin analizar la segunda parte. ¿Quién compra lo robado Comprar lo robado a bajo precio y con dinero negro y sin factura, además de hacer fraude, es inmoral, indecente y deshonesto.

La sociedad en general ha de entender que esta locura no puede seguir ni un día mas, hay que hacer justicia ante la inmoralidad de individuos sin corazón y sin valores que den estabilidad a la vida.

Y por último la máxima recriminación a unos pocos agricultores que realizan compras sin tener la base jurídica para esta operativa. ¡Todo lo injusto ha de ser perseguido y sancionado!