Opinión
Por
  • ALEJANDRO SÁNCHEZ BOLSA

Onomanía

En nuestra sociedad consumista existe una patología conocida con el nombre griego de "onomanía" que se caracteriza por la compra compulsiva de cualquier tipo de productos.

Puede ser el caso de las diversas épocas de rebajas que nos salpican a lo largo del año, donde hay personas que experimentan unas sensaciones irrefrenables de comprar irracionalmente cantidad de productos por los buenos precios que les ofrecen, pese a que nos les hagan falta realmente.

No obstante, pese a afectar este trastorno a una buena parte de la población y que entre sus síntomas más comunes aparecen la insatisfacción, la ansiedad, la falta de autocontrol y el sentido de culpa tras realizar la compra, no queda catalogado como tal en los manuales de desórdenes mentales.

Y es que -aparte de que lo innecesario, aunque cueste solo un céntimo, es caro, tal como dijo Seneca- estudios recientes de la UE aconsejan que el mejor modo de frenar los impulsos de compra sin arriesgar el presupuesto es, tras revisar el armario a conciencia, apuntar en una lista exclusivamente lo que se precisa y ¡ojo! se ajuste al dinero que uno se había pensado gastar.