Opinión
Por
  • ANTONIO NADAL PERÍA

Trabajadores sanos

Asombrosa la sentencia del Tribunal Constitucional que avala el despido por baja laboral. En este país los trabajadores tienen cada día menos derechos. No sufrirán esta injusticia los trabajadores de SEAT, pues a 600 de ellos se les ha realizado un estudio sobre su salud, que incluye la recomendación de que siguieran dieta mediterránea y ejercicio físico. Su edad media es de 44 años y ninguno sufre una enfermedad grave. Bien para ellos y para la empresa, pues un trabajador sano produce más y no coge bajas médicas. No cabe duda de que un empleado con poca salud produce menos y visita más al médico. Los japoneses saben mucho de esto y permiten a sus trabajadores hacer ejercicio físico y echar una cabezada de vez en cuando en la empresa. Que en una empresa española pueda dormir la siesta un trabajador es algo inconcebible, aunque he visto a más de uno en alguna oficina con los ojos cerrados. Concluye el estudio realizado a los trabajadores de SEAT que los hábitos saludables mejoran la salud física, mental y emocional. No es en una fábrica de automóviles en donde más peligro para la salud corren los trabajadores, pero bueno es que la empresa se preocupe de ellos. Distinto es que, como dice el estudio, representen una muestra de la sociedad. Si hacen el estudio en otra empresa los resultados me imagino que serán distintos, sobre todo si requieren más esfuerzo físico o mental, la media de edad es más elevada o padecen algunas enfermedades. Durante el estudio se propuso a los trabajadores un cambio de hábitos, apoyo psicológico y hacer ejercicio físico, además de entregarles 5 litros de aceite de oliva al mes durante seis meses. En la única empresa que he visto dar un producto saludable a los trabajadores fue en una fábrica de plomo, un litro diario de leche para combatir el peligro de toxicidad. Que la leche les sirviera de medicamento contra el peligro de trabajar con el plomo siempre lo dudé porque la exposición al plomo puede causar varias enfermedades importantes como la anemia, hipertensión, disfunción renal, y toxicidad. Los trabajadores de SEAT no deberían ser los únicos beneficiados con el estudio mencionado, sino extenderse al mayor número de empresas posible para hacer realidad que el trabajo es salud, premisa que no se cumple siempre. De ese modo, además, se evitarían despidos que ya han empezado a producirse por culpa de la sentencia del Tribunal Constitucional. ¿Pierde el puesto alguno de sus miembros cuando cae enfermo?