Opinión
Por
  • EMILIANO SÁNCHEZ LÓPEZ

Vapeo

Tras las innumerables campañas de la OMS alertando sobre la gravedad del tabaquismo, últimamente parecen haberse puesto de moda los cigarrillos electrónicos, que no dejan de ser también un serio peligro para la salud pública.

Así, cada vez resulta más frecuente ver cómo los jóvenes se inician en el denominado vapeo, gracias al vacío legal existente y que permite su uso a partir de los 13 años.

Ese cigarrillo de vapor tan popularizado en los últimos años ha venido a ser un sustitutivo del tradicional y, en algunos casos ha llegado con la sana intención -se supone, aunque más de uno mantiene sus dudas- de ayudar a los consumidores habituales a dejar el tabaco.

Pero la OMS ha advertido enseguida la peligrosidad del mismo considerándolo igual de nocivo, ya que contiene líquidos adictivos con grandes dosis de nicotina y sustancias tóxicas cuyo consumo cotidiano provoca severos daños pulmonares.

Y es que, aparte de que cualquier tipo de fumar es como pagar para que tu vida sea más corta, los cigarrillos no son más que unos sibilinos asesinos que se trasladan en paquetes, por lo que no es conveniente -bajo ningún concepto- hacer voluntariamente de tu cuerpo la tumba de tu alma.