Opinión
Por
  • CARLOS GARCÍA MARTÍNEZ

Las verdaderas urgencias fronterizas

Las rotundas opiniones manifestadas hace unas semanas por el presidente Lambán sobre lo inoportuno de plantear ahora una travesía ferroviaria a través del Pirineo aragonés deberían servir para poner en orden político y mediático prioridades urgentes. La primera, presionar al Gobierno francés para que mejore la carretera de acceso al moderno túnel del Somport, acompañada de una presión sostenida sobre el presidente de Nueva Aquitania, el departamento contiguo y los municipios franceses desde Pau a la frontera.

Por cierto, se ha dado en llamar a la travesía ferroviaria que se cita "Travesía Central del Pirineo", cuando el centro de la cadena está en el valle de Arán, a través del cual hay una comunicación natural entre Toulouse y Lérida, desde donde se puede a Zaragoza y otros destinos. No parece que esta comunicación, auténticamente central, esté en la mente de los que reclaman una TCP por Aragón. Ni tampoco que pueda pasar, perdiendo el adjetivo de "Central", por los valles del Aspe y el Aragón para unir Burdeos y Zaragoza por un túnel de baja cota bajo el puerto del Somport.

Hay otra urgencia en nuestros valles fronterizos. Es la de la unión de las estaciones invernales de los valles del Aragón y del Gállego, aunque guste poco al consejero de Vertebración del Territorio. La viabilidad del hotel de la estación puede depender de la unión con Formigal, preferentemente por el valle de Izas, la opción más directa y barata. Cuantos más atractivos en sus inmediaciones acompañen a los proyectos en marcha más rentables serán las inversiones hechas en su entorno. Un posterior medio aéreo hacia La Raca de Astún y la ya pensada construcción de un teleférico al ibón de Ip son solo una parte de los atractivos que durante todo el año se pueden sumar a los ya abundantes del alto valle del Aragón.