Opinión
Por
  • JOAQUÍN ABÓS

La especial relación de un aragonés con el alcalde de Málaga: de la Opel a Rusia

Los lectores me conocen por los artículos que he escrito en este querido periódico y en el Heraldo de Aragón. El primero el 24-IV-1973 "Ciudad inacabada" proponiendo mejoras en Zaragoza. Y especialmente por los artículos y entrevistas tantos años sobre las gestiones comenzadas en diciembre del 72 para atraer una industria final del sector del automóvil. Al final fue la factoría de OPEL (entonces GM hoy PSA) inaugurada por el Rey Juan Carlos 10 años más tarde, el 5-XI-1982 en Figueruelas, en un terreno que compré durante 2 años a 160 parcelistas del entonces Instituto de Reforma y Desarrollo Agrario, al que llamé Entreríos (Ebro y Jalón). Su hijo, el Rey Felipe VI, 37 años más tarde, la ha visitado con motivo del lanzamiento del Corsa eléctrico. Esto lo expliqué en el ayuntamiento de Málaga en enero del 2016, en un desayuno de trabajo organizado por PROMALAGA con 130 empresarios presidido por el alcalde, Francisco de la Torre. Tras dos horas de alabanza a Málaga y sus planes por su equipo, se abrió el debate. Fui el primero en intervenir. Me presenté. Hice un breve resumen de mi vida profesional, que llegué de Viena hacía 12 años y que seguía el gran cambio positivo de la ciudad. Pero comenté mi sorpresa por la falta de coordinación entre entidades, incluida UNICAJA (qué pena que no se fusionó con IberCaja en su momento), en busca de un objetivo común, liderado por alguien de prestigio y con visión global a largo plazo y mantenida durante años, para la provincia. Puse un ejemplo: lo que hicimos en Zaragoza hace más de 40 años desde la entonces CAZAR (hoy IberCaja) bajo el liderazgo del DG José Joaquín Sancho Dronda. Expliqué cómo pusimos la ciudad "patas arriba", los planes de acción, la misión a Japón en enero del 73, los pasos fallidos con FORD y SEAT, las diversas expropiaciones, etc. hasta la decisión de OPEL de implantarse en julio del 1979. Me callé. Sonó un aplauso. Gran sorpresa. Se levantó el alcalde. Comentó que desconocía que una persona como yo viviera en Málaga. Insistió en todo lo que estaba haciendo. Me pidió ayuda para atraer industrias presentándome las personas clave del ayuntamiento y sus agencias. Pero claro, los tiempos han cambiado. Yo ya había cumplido 70 años y llevaba 5 jubilado y Málaga era la novena ciudad en la que he vivido. Pero en estos 16 años, le he ido cogiendo un cariño especial, valorando sus muchas cosas positivas y en lo posible, como hice en el pasado con mi querida Zaragoza, trato de poner mi grano de arena para mejorarla.

Una consecuencia importante de esa reunión, fue el inicio de una amistad con ese ahora gran y famoso alcalde, para mí el mejor de España. Al detallarle mi vida profesional, surgió otro punto en común con Málaga: la relación mutua especial con la Federación Rusa. Para muchos lectores, al pensar en Rusia y Málaga les vendrá a la cabeza los turistas en la costa del sol y los que se compran casas de alto valor allí. Pero eso, siendo un objetivo importante, es algo marginal. Aunque desde hace varios años Turismo Costa del Sol ha asistido en Moscú con el Ayuntamiento, a la Feria Internacional de Viajes y Turismo que se celebra en marzo anualmente. Anualmente llegan unos 100.000 pasajeros rusos al aeropuerto de Málaga (tuvo 19M. en 2018). Cifra muy variable por la volatilidad del rublo y el problema de visados para los que quieren adquirir una vivienda residencial o vacacional pues Rusia no pertenece al espacio Schengen.

La conexión de Málaga- Rusia va mucho más lejos. Es la única ciudad del mundo que tiene una filial del gran Museo Estatal de S. Petersburgo (esa bellísima ciudad que alberga también El Hermitage) desde marzo del 2015. Málaga ciudad de museos. Sí. Picasso, Thyssen, Pompidou, Fundación y Casa Natal de Picasso, Automovilístico, Municipal, CAC, etc., Pero el Ruso es muy especial. Con tres exposiciones, una anual y dos semestrales, es un lugar único. Una pena que está alejado del centro (en la antigua Tabacalera) y por eso, menos visitado. Y menos conocido fuera de la ciudad y en el resto España. Lo cito mis artículos. La última vez en Cinco Días, el pasado 25 de junio, citando la anual actual "Santas, Reinas y Obreras" invitando a verla, cosa que hago ahora. Y es que en los 7 años de Senior Banker en el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (Londres) trabajé mucho en Rusia en su sector financiero. Al jugarme allí la vida, me apasiona ese gran país. Mi amistad con Boris Nemtsov, el líder asesinado a las afueras del Kremlin en marzo del 2015 me dejó huella. Todo esto lo conoce muy bien Francisco de la Torre, quien el 4-XI-2018 recibió de manos del Presidente Putin la Medalla Pushkim reconociendo el vínculo cultural. Por eso me invita a la apertura de las exposiciones en todos los museos dependientes de la alcaldía, especialmente el Ruso. Pero él va más allá. Tras hablar el director o directora de la expo (habitualmente una mujer rusa), en su caso embajador de Rusia Yuri Korchaguin (clave para abrir el museo), o el español en Moscú, etc., cierra el acto. El público ha estado muy atento. Tiene el don de la palabra. Pero al final, al menos en las últimas cuatro veces, me señala entre el público, me nombra, cita mi trabajo en Rusia, mi defensa de Málaga y sus museos en los artículos y me da las gracias en público. Too much! Yo sonrío. Casi me estoy acostumbrando. Y lo veo como una continuidad de la petición de ayuda para atraer industrias hace tres años. Mi amistad con él se refuerza. Y mi interés por aportar lo que puedo a esta ciudad, con tantas posibilidades, no deja de crecer. Y ahora con la maravillosa luz y sonido de Navidad en la calle Larios, algo único, todavía más. Espero que dure.