Opinión
Por
  • CARMEN BARDAJÍ

La Navidad

Ahora en Navidad, si uno tiene casa, le parece lo más normal; piensa, en los regalos, en los turrones, en las fiestas, algunos en familia, gracias a Dios, pero tienen casa. Muchas personas no la tienen, algunos, los menos, quieren vagabundear a su aire; pero cuantísimas personas y familias enteras, no tienen ni casa ni nada que echarse a la boca. Por eso, en estas fechas que en realidad hablan de la pobreza, de la pobreza de espíritu, se hacen tantos concursos simpáticos, rifas, se preparan regalos y juguetes de aquí y allá, porque hay niños que no los tienen, y eso no tendría que ser. No tendría que haber ningún niño en el mund, que no tuviera un juguete. A veces, este tipo de concursos se pierden pero surgen otros mejores.

En realidad, lo que se celebra en estas fechas, es el Nacimiento del Niño Jesús, lo que pasa es que nos hemos paganizado y ya no es que por nada del mundo querríamos nacer en una cueva, que eso tampoco es, pero sí queremos, si puede ser, que sea un palacio. No sé si es novelado, pero la reina Victoria de Inglaterra paso una noche en una casita humilde donde le dieron posada a ella y a su esposo el matrimonio que allí vivía, y dijo que había sido sido la velada más feliz de su vida, porque en realidad a ella le hicieron sufrir los que tenía alrededor. Así es la vida.