Contundente triunfo
Estar en la misma onda con alguien, es la expresión que define -de modo intuitivo- algo que tiene que ver con la buena comunicación entre dos personas.
En esa buena sintonía, todo fluye espontáneamente -es decir, sin altibajos- además de que se palpa en el ambiente una facilidad para entenderse y llegar a cualquier tipo de acuerdo.
Pues bien, eso viene sucediendo desde hace tiempo entre los controvertidos líderes estadounidense y británico, ya que tras el contundente triunfo del segundo -en los comicios del Reino Unido por un amplio margen el jueves pasado- el primero lo ha celebrado como propio.
No hay duda de que el magnate norteamericano -que tuvo sonoros encontronazos con la predecesora en el cargo de primer ministro- ve el triunfo como una vía libre para lograr un gran pacto comercial rápido y de amplio alcance entre Washington y Londres, mucho más lucrativo que cualquier acuerdo realizado antes con la UE.
Y es que, explosivos, impredecibles y con características de personalidad y conducta afines, no resulta nada extraño que despierten ambos la atención y/o sospechas de quienes les rodean.